En el centro de Lima, la venta ilegal de datos personales ha cobrado fuerza y puesto en alerta la privacidad de miles de ciudadanos. Esta actividad delictiva, que se desarrolla a plena luz del día, ha generado preocupación entre las autoridades y la población. La comercialización de información sensible, que incluye nombres, direcciones y números de teléfono, se ha convertido en un negocio lucrativo para delincuentes que operan sin ningún tipo de control.
Según una reportaje realizado por Panamericana Televisión, vendedores en la avenida Wilson ofrecen paquetes de datos por S/80 y S/100 a quienes los soliciten. Además, estas personas no dudan en ofertar pedidos personalizados, si es que así lo soliciten los compradores: venden 50 mil datos personales a solo S/120.
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Si bien en las imágenes se puede dar cuenta de que la cartera de clientes es grande, las empresas de call center serían los principales interesados en obtener estas bases de datos, según las declaraciones de los propios comerciantes. De esta manera, la situación se vuelve alarmante, ya que muchos ciudadanos desconocen que su información está siendo comercializada.
El fenómeno de la venta ilegal de datos en Lima no es nuevo, pero ha crecido de gran manera en los últimos años. Los delincuentes han encontrado en la digitalización de la información una oportunidad para lucrar y ofrecer datos a precios accesibles para cualquier interesado.
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El caso más cercano sobre la vulneración de información en internet sucedió meses atrás cuando Interbank confirmó el hackeo de su base de datos, la cual contenía información sensible de millones de clientes a nivel nacional. Si bien el acto pudo ser controlado, según la entidad bancaria, este marcó un precedente negativo para los usuarios, esto por el gran miedo a ver expuesta su vida en el ciberespacio.
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Las consecuencias de esta actividad delictiva son graves. La venta de datos personales puede dar lugar a fraudes, suplantación de identidad y otros delitos que afectan directamente a las víctimas. Además, la confianza de la ciudadanía en las instituciones se ve comprometida, lo que genera un clima de desconfianza y temor.
Es fundamental que los ciudadanos tomen conciencia sobre la importancia de proteger su información personal. La educación en temas de seguridad digital y la denuncia de actividades sospechosas son herramientas clave para combatir este problema. La colaboración entre la población y las autoridades es esencial para erradicar la venta ilegal de datos y garantizar la seguridad de todos.
