Para un piloto, lo de ser campeón en su primer año en la actividad es bastante inusual. A Tomás Gallardo se le dio ese éxito en 2024 al coronarse en la subclase R3 del campeonato Copec RallyMobil.
El joven viñamarino contó con la experiencia de Andy Salvo como navegante, que la temporada anterior también se había consagrado junto a Felipe Arenas en R2, y manejó el Citroën DS3 del equipo fundado hace más de dos décadas y media por su abuelo, Gerardo Rosselot.
Imaginamos que pasar en pocos meses de debutante a campeón nacional es más de lo que esperabas, ¿cierto?
La verdad es que sí. Fue un gran año el que pasó porque empecé con expectativas más lógicas que esas, pero la regularidad que conseguimos, aunque partimos con el calendario ya empezado, fue vital para llegar a Osorno con una buena cantidad de puntos sumados. También ayudó el hecho de que, matemáticamente, Max Sfeir tenía posibilidades hasta la última prueba, pero él prefirió competir por el certamen Avosur.
¿Fue importante ser miembro de una escuadra que está dentro de las de mayor experiencia e infraestructura en Chile?
Desde luego. Siempre me sentí apoyado por ellos, desde mi abuelo a mis tíos y mi primo, así como por los mecánicos. Desde el buen trabajo a los consejos recibidos, todo contribuyó a la causa.
¿Cuáles fueron las principales conclusiones que sacaste a los mandos de tu auto?
Todas las experiencias fueron útiles porque, al final, yo me bajé de competir en una bicicleta de mountain bike y me subí a este DS3. El peso está muy distribuido hacia adelante, así que el tren trasero solía presentar un compartimiento nervioso. Las suspensiones no tienen el mismo desarrollo avanzado de un Rally4, por ejemplo. Traté de ser prolijo al volante la mayoría de las veces y no ser brusco en las aceleraciones, porque potencia no le falta. Durante este verano, voy a entrenar sobre un Karting para seguir aprendiendo y tomando ritmo. Por el lado del automovilismo, adquirí la disciplina de los horarios, los días largos, el relevamiento de la ruta y todos los detalles y responsabilidades propias de esta práctica.
¿Qué dirías de tu copiloto?
Andy fue esencial. Él tiene muchos conocimientos de mecánica y ha hecho cursos de dinámica automotriz. Al principio, Salvo vio que la actitud de este Citroën no era, después de todo, tan diferente a la del Peugeot 208 R2 con el que había corrido junto a Arenas hasta 2023. Cuando se presentaron problemas técnicos en algún tramo o enlace, ha sido capaz de sacarnos adelante con pocas o ninguna herramienta. Es muy hábil.
¿Qué te propones para 2025?
A mí me gustaría seguir con este mismo modelo y, de ser posible, tratar de acercarme a la punta o ganar algún rally dentro de la clase RC4 que agrupa a todos los tracción simple. Hay que hacerle varias cuestiones de mantenimiento, como por ejemplo el tema de los engranajes o la carcasa de la caja de velocidades, pero supongo que eso se consigue mediante elementos nuevos que habría que encargar a Francia.
Fotos: Luis Barra/Cristian Lagos
