El trágico caso de la muerte de Liam Payne sigue dando de qué hablar. El exintegrante de One Direction falleció el 16 de octubre de 2024, luego de caer desde un balcón en el Hotel CasaSur en Buenos Aires, Argentina. Tras realizarse la autopsia, se determinó que Payne había consumido una combinación de alcohol, cocaína y un antidepresivo, lo que contribuyó a su muerte por "múltiples traumas" y "hemorragia interna y externa".
La investigación reveló que el cantante británico había estado en contacto con varias personas que presuntamente le suministraron las sustancias antes de su fatal caída. En este contexto, David Ezequiel Pereyra, un exempleado del hotel, se entregó a las autoridades argentinas el 6 de enero de 2025, convirtiéndose en el segundo detenido en este caso.
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David Ezequiel Pereyra, de 21 años, se entregó a la policía luego de una semana de estar prófugo. Pereyra, quien trabajaba en el Hotel CasaSur, está acusado de haber suministrado drogas a Liam Payne en dos ocasiones, el 15 y 16 de octubre de 2024. De acuerdo con fuentes judiciales, el cantante solicitó la entrega de sustancias ilegales, incluyendo cocaína, antes de su muerte. Este joven fue arrestado tras un proceso de negociación con su abogado, quien acordó la entrega ante la policía. Según el expediente judicial, la entrega de las drogas quedó registrada en las cámaras de seguridad del hotel, lo que ayudó a los investigadores a vincular a Pereyra con la transacción.
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Pereyra no es el único acusado en este caso. La semana pasada, Braian Paiz, un camarero de 24 años, también fue detenido bajo acusaciones similares, relacionado con el suministro de drogas a Liam Payne. Paiz y Pereyra habrían entregado las sustancias al cantante durante su estancia en Argentina.
En el caso también están implicados otros tres sospechosos: el empresario Roger Nores, quien acompañaba a Payne en su viaje, la gerente del hotel CasaSur, Gilda Martín, y el jefe de recepción, Esteban Reynaldo Grassi. Nores enfrenta cargos por abandono de persona, mientras que Martín y Grassi están acusados de homicidio culposo debido a la falta de asistencia médica durante la crisis que sufría Payne en el hotel.
La investigación también ha puesto en evidencia los intercambios entre Payne y Paiz a través de mensajes, en los cuales el cantante solicitaba más drogas, lo que sugiere un patrón de consumo que culminó en la tragedia.
