Hay casos en los que no es posible sustituir completamente un coche por una bicicleta eléctrica (lugares de trabajo demasiado lejos del domicilio, familias, etc.), pero adquirir una bicicleta eléctrica y compaginar ambos vehículos en el día a día puede significar un ahorro significativo en los costes de mantenimiento y combustible, no tan notorios como en la sustitución total, pero muy significativos.