La utilización del teléfono móvil mientras conducimos está totalmente prohibida ya que multiplica por 23 el riesgo de sufrir un accidente. La prohibición del móvil al volante engloba todas las situaciones en el Código de Circulación y por lo tanto, si lo hacemos incluso con el coche parado, podremos recibir una multa de tráfico. Aparte de las distracciones, el consumo de alcohol es otra de las causas que están detrás de los accidentes de tráfico, ya que según las estadísticas de la DGT se mantiene como la segunda causa concurrente más frecuente en los sinestros de tráfico, estando presente en el 26% de los accidentes con víctimas mortales registrados en 2023. Ahora, gracias a la tecnología, las autoridades podrán detectar a los conductores que cometan este tipo de infractores , ya que un nuevo radar detecta si el conductor usa el móvil o si consumió alcohol. Se encuentra actualmente en fase de pruebas en el Reino Unido. Diseñado por una empresa australiana, este radar emplea algoritmos de inteligencia artificial para analizar el comportamiento de los conductores y detectar posibles signos de conducción peligrosa, tales como el consumo de alcohol o drogas, o el uso del teléfono móvil. Gracias a la captura de imágenes y el análisis en tiempo real, el radar es capaz de identificar si un conductor muestra signos de estar bajo los efectos del alcohol o drogas, o si está distraído utilizando su teléfono móvil mientras conduce. Según explican en Cope.es, a diferencia de otros sistemas, este radar no tiene como objetivo imponer multas, sino servir como una herramienta preventiva que ayude a identificar a los conductores en riesgo, para luego alertar a las autoridades a través de un sistema de datos que les permitirá realizar controles adicionales. Este cinemómetro ya fue probado en el año 2019 en Australia, en concreto en Nueva Gales del Sur. Transport for NSW, el organismo responsable de las carreteras australianas, realizó una prueba en ese año con un sistema de radares basados en inteligencia artificial para detectar a aquellos usuarios que utilizan el móvil mientras conducen. El sistema estaba formado por alrededor de 45 cámaras de detección equipadas con un flash infrarrojo colocadas en las carreteras del estado australiano. Las cámaras logran capturar la fila delantera del coche en situaciones tan distintas como de noche o con lluvia , también gracias al uso combinado de cámara y radar, el sistema puede operar incluso cuando el vehículo se mueve a 300 kilómetros por hora.
