La vicepresidenta segunda y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dará el paso en los próximos días de presentar su candidatura a liderar el Partido Socialista en Andalucía. Un salto que se viene preparando desde hace meses, como adelantó Confidencial Digital, pero que no supondrá su salida inmediata del Gobierno. Por ahora, la prioridad es tratar de aprobar unos nuevos Presupuestos y zanjar el cupo catalán acordado con Esquerra Republicana.
Ambos temas preocupan y mucho en Moncloa y una salida repentina de Montero, figura clave para los acuerdos parlamentarios del Ejecutivo, supondría una dificultad añadida para cerrarlos. La titular de Hacienda tiene experiencia en llegar a pactos difíciles. Lo hizo en años anteriores con las cuentas generales que tuvo que acordar con ERC, Bildu, PNV, Teruel Existe, Unidas Podemos, BNG o Compromís.
Delegar ahora las negociaciones en un nuevo ministro no es una opción que convenza en Moncloa. Montero conoce a los partidos y sus peticiones y lleva mucho meses intentando cuadrar las cuentas y la nueva senda de déficit.
El trabajo está a medio hacer, y no solo para este año. El cupo catalán llevará meses e incluso años cerrarlo y ponerlo en marcha, y se precisa la tutela de Montero. A la vez, la legislatura está costando mucho más de lo esperado por Moncloa, y perder a la actual titular de Hacienda supondría un reto para aprobar las cuentas generales de los tres años que restan de legislatura.
Además, la decisión de desembarcar en Andalucía no la ha tomado unilateralmente ni de Sánchez ni Montero, sino de manera conjunta.
Los dos grandes líderes socialistas consideran que el partido necesita una dirección fuerte en Andalucía capitaneada por alguien de peso, como llevan pidiendo durante meses los partidos a la izquierda de los socialistas.
Un movimiento clave para recuperar un territorio que hasta 2018 fue un feudo socialista. Pero lo que antes era un territorio que sostuvo al PSOE, ahora es una de las regiones donde el PP se mantiene más fuerte.
El Gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla acumula cada vez más apoyos tras conseguir una mayoría absoluta que desterró a Vox y Ciudadanos de la gobernabilidad del Ejecutivo andaluz. Una situación que ha llevado a Ferraz tomar cartas en el asunto.
Primero aupando a Juan Espadas, que no ha terminado de cuajar a pesar de que fue nombrado portavoz en el Senado para aumentar su notoriedad. Ahora la cúpula socialista apuesta por uno de los pesos pesados del partido porque consideran que no hay tiempo para más experimentos.
Fuentes socialistas aseguran que solo con la llegada de un perfil como Montero se puede afrontar un liderazgo tan fuerte como el de Bonilla.
Esta decisión contenta a todos los partidos a la izquierda del PSOE. Más Andalucía, Adelante Andalucía, Sumar, Podemos y más organizaciones han firmado un preacuerdo para concurrir unidas a las elecciones andaluzas de 2026.
Todas admiten que, de concurrir por separado, no tendría opción alguna de vencer al PP. Además, también quieren evitar a toda costa un enfrentamiento público como el que protagonizaron en las semanas previas a los anteriores comicios entre la facción cercana a Yolanda Díaz —ministra de Trabajo— y el ala morada de la coalición.
En Andalucía ahora todos coinciden en que deben encajar todas las piezas para poder recuperar una autonomía clave para que los socialistas sigan gobernando España.
