La situación de inseguridad en Villa El Salvador ha tomado una nueva víctima. Tal es el caso de Sandra Roca, una empresaria del sector óptico que ha sido víctima de extorsión y robo. A pesar de las denuncias presentadas ante la Policía Nacional, la falta de acción ha llevado a la ciudadana a recurrir a préstamos para mantener su negocio a flote.
Desde septiembre del año pasado, Sandra ha enfrentado una serie de amenazas y robos que han puesto en jaque su emprendimiento. En un lapso de cuatro meses, su camioneta fue robada y, recientemente, su óptica fue desmantelada. Ante la situación desesperada que atraviesa, ha solicitado el apoyo de las autoridades en su caso.
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El pasado 4 de enero, Sandra recibió la alarmante noticia de que su local había sido desmantelado. Al llegar, se encontró con un panorama desolador: más de 689 monturas, un acordeón y un equipo oftálmico habían desaparecido. La principal sospechosa es una extrabajadora que renunció de manera repentina el 24 de diciembre y que, según Sandra, tenía acceso a las llaves del local.
“Vengo desesperada a las ocho y media. Encuentro todo vacío, se han dado el lujo de llevarse más de 689 monturas”, relató Sandra, quien también mencionó que, junto a la policía, se dirigió a la vivienda de la ex empleada, donde solo encontraron 30 monturas. La falta de forzamiento en la puerta del local refuerza la sospecha sobre la implicación de la ex trabajadora en el robo.
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A pesar de la adversidad, Sandra ha decidido seguir adelante con su negocio, aunque ha tenido que solicitar un préstamo al banco para reabastecer su local. “Ahora tengo que solicitar nuevamente otro préstamo del banco con más intereses y me quedo con más deudas”, comentó, reflejando la difícil situación que enfrenta. La falta de seguridad en la zona es un tema recurrente en sus declaraciones, lo que resalta la necesidad de una mayor protección para los emprendedores locales.
La ausencia de cámaras de seguridad en su local ha complicado aún más la situación. Sin embargo, miembros del Dirincri están en proceso de solicitar las grabaciones de negocios aledaños, con la esperanza de que estas imágenes puedan ayudar a esclarecer los hechos. Sandra y su familia continúan esperando respuestas y justicia en medio de un clima de inseguridad que afecta a los comerciantes de la zona.
