Donald Trump ni siquiera llega todavía a ocupar el cargo, pero su extraña coalición política de partidarios antiinmigrantes MAGA (Make America Great Again) y multimillonarios globalistas ya comenzó a fracturarseLa causa más reciente fue la nominación de Sriram Krishnan como asesor sénior de política para inteligencia artificial de Trump. Krishnan es un estadunidense de ascendencia india que tiene estrechos vínculos tanto con Trump como con Elon Musk (ayudó a facilitar la evolución de Twitter a X). Krishnan, al igual que Musk, quiere que sea más fácil para los trabajadores extranjeros cualificados entrar a Estados Unidos con visas temporales H-1B.Si bien Silicon Valley depende de las visas gracias a la falta de trabajadores cualificados en materia de tecnología en Estados Unidos, la gente de MAGA está contra ellas, no solo porque dan preferencia a los trabajadores extranjeros, sino también porque pueden deprimir los salarios estadunidenses en el sector de tecnología. De acuerdo con un documento de 2020 del Instituto de Política Económica, de tendencia izquierdista, 60 por ciento de las visas H1-B de los 30 principales empleadores terminan pagando muy por debajo del salario medio local para los puestos de trabajo en cuestión. Como era de esperar, la postura de Trump tuvo un cambio: si bien ahora parece apoyar las visas, en 2016 las calificó de “programa de mano de obra barata”.Esta desavenencia desató un debate en línea entre Musk y la activista de MAGA Laura Loomer, una autoproclamada “orgullosamente islamofóbica” que quiere que los empleos que se dan a los que cuentan con visa H1-B se otorguen a estudiantes de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.“Nuestro país fue construido por europeos blancos… no por invasores del tercer mundo de India”, publicó en X. “No es racista contra los indios querer las políticas originales MAGA por las que voté. Voté por una reducción de las visas H-1B, no por una extensión”.Musk defendió las visas, escribiendo: “La razón por la que estoy en Estados Unidos junto con tantas personas fundamentales que construyeron SpaceX, Teslay cientos de empresas más que hicieron fuerte a EU es por la H1B. Da un gran paso atrás y vete directo a la chingada. Empezaré una guerra por este asunto de una manera que no es posible que ustedes puedan comprender”.Hay muchas lecciones que sacar de todo esto. Pero, como suele suceder cuando se trata de cualquier cosa relacionada con Trump, uno desearía que el elenco de personajes que nos sirve como ejemplo fuera un poco menos tóxico.Las publicaciones de Loomer son xenófobos, pero es valiente enfrentarse a Musk y plantea un tema importante, que es cómo asegurarse de que los trabajadores estadunidenses reciban el apoyo adecuado frente a la competencia global. El hecho de que el Estado no lo hiciera en el sector de fabricación a partir de finales de la década de 1980 en adelante es una de las razones para empezar por las que EU tuvo a Trump.Musk, por otro lado, es un hipercapitalista egoísta, que no tiene reparos en usar su poder para asustar a la gente. Loomer afirma que perdió su insignia de verificación de X y su capacidad para monetizar mensajes después de empezar una batalla en línea con él.Pero también tiene razón en que EU necesita muchos más ingenieros de los que tiene. Es más, el éxito del empresario nacido en Sudáfrica —como el de tantos más en Silicon Valley y en los puestos de alto nivel de EU— refleja lo que puede decirse que es la mayor fortaleza de la nación: su apertura a los inmigrantes.Esta lucha es importante porque refleja una fisura fundamental en la coalición de Trump que lo único que hará es crecer. La gente de MAGA y los globalistas no solo están en desacuerdo sobre inmigración, sino también sobre defensa, empleo y libertad de expresión. Se trata de un grupo cuyo principal punto en común era el deseo de derribar al gobierno anterior. Ahora que lo hicieron, creo que es poco probable que se pongan de acuerdo en cualquier otra cosa.Hay otras dos cosas que decir sobre el revuelo por las visas H1-B. Primero, los demócratas ya están buscando aprovechar las divisiones que empiezan a surgir en Trumplandia. En un memorando de un pequeño grupo de abogados, empresarios y académicos que circuló la semana pasada se señala que “el conflicto Loomer-Musk representa una oportunidad única para construir una coalición con facciones descontentas del Partido Republicano”, incluidas las que están preocupadas por la oligarquía del sector de tecnología, la libertad de expresión, los derechos de los trabajadores y la seguridad nacional. Sobre este último punto, las relaciones comerciales de Musk en China y las supuestas conversaciones con el presidente ruso, Vladímir Putin, ya plantean inquietudes en la comunidad de defensa.El memorando recibió comentarios positivos de algunos funcionarios de alto perfil que se inclinan a la izquierda, así como de académicos, miembros de centros de estudios y asesores sindicales. El senador Bernie Sanders acusó a Musk de impulsar las visas H1-B para conseguir trabajadores “más baratos”, no más inteligentes.Estén atentos a este espacio. La lucha entre republicanos y demócratas por la clase trabajadora será la batalla política determinante de los próximos cuatro años y más allá.Segundo, aunque me sorprende escribir esto, el propio Trump tiene una idea política que puede ayudar a aumentar la cantidad de estadunidenses calificados para buenos empleos en el sector de tecnología. Propuso crear una universidad en línea gratuita llamada American Academy, que ofrecería cursos de alto nivel y aceptaría créditos transferibles de otras universidades, lo que ayudaría a contrarrestar el aumento de los costos de la matrícula y la deuda estudiantil. La revista de tendencia izquierdista Washington Monthly elogió recientemente la idea.Este tipo de educación en línea, junto con los programas que gradúan a los estudiantes de preparatoria con un título universitario de dos años, es una forma obvia de capacitar rápidamente a más trabajadores del sector de tecnología. Mi única advertencia: por favor, pongan a alguien que no sea Musk o Loomer a cargo.