El último capítulo del "caso Olmo" amenaza la continuidad del presidente del FC Barcelona. El día de ayer no fue fácil para el Barça a pesar de su abultada victoria ante el Barbastro. Los intentos de Joan Laporta por convencer a la RFEF de incumplir sus propio reglamento, no salieron según lo esperado. En un comunicado conjunto tanto la RFEF como Laliga rechazaban la inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor. Un decisión que deja al club con la única salida de los tribunales y a Joan Laporta a los pies de los caballos.
El barcelonismo se ha hartado y amenaza con tomar cartas en el asunto a la vista de "la negligencia en la inscripción" de Dani Olmo y Pau Víctor. Toda la oposición en pleno, incluidos los candidatos a la presidencia Víctor Font y Camprubí, han exigido de forma unánime la dimisión de Laporta y advierten con impulsar una moción de censura.
En el texto, denuncian el irreparable daño que se ha hecho a la reputación e imagen del club y aseguran que se ha llegado a un "punto de no retorno".
El manifiesto se estructura en tres puntos. En el primero de ellos se pide sin ambages la dimisión de Laporta y de su junta directiva. "Tienen que dimitir para dejar paso a una nueva etapa con nuevas formas de hacer y gestionar y con personas que tengan aquellas energías primeras tan necesarias para dar vida y vigor a una entidad necesitada de cambio y gestión profesional. Les pedimos, pues, en primer término, que dimitan de forma inmediata".
En el segundo, conscientes de que no será fácil un paso al lado del mandatario culé, instan a la dirección del club a "escuchar a los socios y socias", por lo que "se pueden someter igualmente a una cuestión de confianza vinculante, habiendo mecanismos estatutarios para articularla".
Por último, los firmantes del texto subrayan que "la no reacción a nuestras propuestas/peticiones públicas anteriores, nos hace que no descartemos un último escenario, que es la activación de un voto de Censura, única herramienta que tenemos los socios y socias, opción que implica un importante esfuerzo y desgaste tanto por sus impulsores como por el propio club". Y concluyen con una frase dirigida a toda la masa social del club: "Ahora es el momento de demostrar el verdadero barcelonismo".