A partir del 1 de enero de 2025, Bolivia y Cuba se integraron como “Estados socios” del grupo BRICS, en una decisión histórica que refuerza la presencia de América Latina en este bloque económico clave. Esta inclusión, aprobada durante la cumbre de Kazán en 2024, busca expandir la influencia del BRICS hacia regiones estratégicas como el Sur Global.
Con esta incorporación, el BRICS amplía su alcance demográfico y económico, lo cual representa, actualmente, el 40,4% de la riqueza mundial en términos de paridad de poder adquisitivo y más del 51% de la población global. Bolivia y Cuba participan junto con otras naciones emergentes, hecho que fortalece un proyecto que desafía la hegemonía económica de los países occidentales.
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La creación de la categoría de ‘Estados socios’ es una estrategia del BRICS para involucrar a países emergentes en su estructura sin alterar su núcleo original. Bolivia y Cuba, junto con otras siete naciones como Indonesia y Kazajistán, podrán participar en sesiones especiales de las cumbres del grupo y en reuniones de ministros de Asuntos Exteriores. Además, tendrán voz en la redacción de los comunicados y declaraciones finales de los encuentros.
Esta decisión busca fortalecer la cooperación Sur-Sur, una de las prioridades del bloque. En el caso de Bolivia y Cuba, su integración al BRICS podría abrirles nuevas oportunidades de acceso a financiamiento, tecnología y cooperación internacional en áreas como la lucha contra el hambre, la pobreza y el cambio climático.
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Desde la ampliación oficial de sus miembros en 2024, el BRICS ha incrementado su influencia global y supera al G7 en términos de participación en el PIB mundial medido por paridad de poder adquisitivo. Con la inclusión de los nuevos Estados socios, este grupo representa ahora más del 40% de la riqueza global y agrupa a países que concentran la mayoría de la población mundial.
Esta consolidación refuerza su capacidad de actuar como un contrapeso al dominio económico y político de Occidente, ya que promueve un modelo multipolar. La incorporación de Bolivia y Cuba, en particular, amplifica esta narrativa desde América Latina, una región históricamente subrepresentada en bloques internacionales de poder.
Brasil, que asumió la presidencia del BRICS en 2025, ha señalado que sus prioridades incluirán la inclusión de países en desarrollo, la cooperación tecnológica y la inversión en sostenibilidad. Entre sus objetivos destaca facilitar el acceso a vacunas y medicamentos, una cuestión relevante para Bolivia y Cuba, que buscan mejorar sus sistemas de salud.
Asimismo, la presidencia brasileña tiene el desafío de mantener la cohesión del grupo mientras se consolida la nueva categoría de socios. Este equilibrio será clave para garantizar que las decisiones estratégicas del BRICS beneficien tanto a los países fundadores como a los nuevos integrantes.
