Rusia está dispuesta a abandonar de forma definitiva el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (IFN), firmado junto a Estados Unidos en 1987. Así lo ha manifestado el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, a la agencia de noticias estatal RIA Novosti, acusando a Washington de haber desplegado este tipo de armamento en otras regiones del mundo.
Una decisión que, aunque previsible, pondrá fin a la moratoria unilateral de uno de los acuerdos más significativos en el control de armas de la Guerra Fría, y que intensifica la preocupación ante la posibilidad de que Estados Unidos, bajo el inminente mandato de Donald Trump, y Rusia vuelvan a involucrarse en una carrera armamentística.
Fue precisamente Trump quien optó por retirarse formalmente del Tratado INF en 2019, de igual manera, acusando al Kremlin de estar violando el acuerdo. Asimismo, el magnate hizo mención del creciente arsenal de China. Según recoge 'Reuters', desde Rusia negaron las acusaciones, y optaron por proponer una moratoria al desarrollo de misiles balísticos y de crucero que ha llegado a su fin.
Lavrov ha justificado esta decisión explicando que "nuestra moratoria sobre el despliegue de misiles IFN prácticamente ya no es viable (...) Estados Unidos ha ignorado arrogantemente las advertencias de Rusia y China y en la práctica ha pasado al despliegue de armas de esta clase en varias regiones del mundo".
Lo cierto es que las tensiones entre ambos países han ido en aumento en los últimos meses en el contexto de la Guerra de Ucrania. Fue en noviembre cuando Estados Unidos dio luz verde a Kiev para emplear los misiles ATACMS de largo alcance contra suelo ruso, provocando la respuesta del Kremlin que, además de introducir cambios en su doctrina nuclear, lanzó por primera vez el misil hipersónico de medio alcance 'Oreshnik'.
De igual manera, el líder ruso Vladímir Putin anunció a finales de noviembre la producción en serie de este tipo de armamento, confirmando su intención de desplegarlo en la vecina Bielorrusia. En este sentido, Putin afirmó: "Creo que esto será posible en la segunda mitad del próximo año, a medida que aumente la producción en masa de estos sistemas en Rusia y estos sistemas de misiles entren en servicio con las fuerzas estratégicas rusas".
El tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio fue firmado el 8 de diciembre en Washington, entre el presidente estadounidense, Ronald Reagan, y líder de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov. Entró en vigor el 1 de junio de 1988, y su objetivo era la eliminación de los misiles balísticos y de crucero que contaran con un rango operativo de entre 500 y 5.500 kilómetros, así como sus lanzadores y otras estructuras de soporte. La fecha límite para su destrucción fue el 1 de junio de 1991, y se estima que supuso la desaparición de cerca de 2.700 misiles.