En la noche en la que
LeBron James fardó de eterna juventud a sus 40 con 38 puntos, su coetáneo de generación y archienemigo
Stephen Curry demostró que él también está todavía para trotes de gran magnitud camino de los 37 años. Y hasta para barbaridades desde el perímetro que jamás había cometido en su carrera y eso que no ha habido ningún tirador como él: anotó los 8 triples intentados con un 8/8 que nunca había firmado en su carrera para firmar 30 puntos y hacer resurgir a sus
Golden State Warriors contra los Philadelphia 76ers de Joel Embiid (139-105).
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