La llegada del frío también puede pasar factura a la salud auditiva, porque las inclemencias del tiempo o los cambios bruscos de temperatura pueden desencadenar infecciones virales de temporada que, en ocasiones, derivan también en problemas como los diferentes tipos de otitis. La prevención es clave para mantener saludables nuestros oídos ya que, sin los cuidados básicos, los daños pueden acabar en problemas mayores.