El despliegue de más de 3 mil kilómetros de vías férreas para expandir el servicio de trenes de pasajeros arrancó con la licitación de estudios de inversión, los cuales han de considerar si los trenes de carga ceden sus vías a los de pasajeros, para cambiarse a las nuevas que serán construidas por el gobierno.
El planteamiento es que, dado que en algunas zonas del país los trenes de carga pasan por las ciudades, estos enfrentan una serie de retos logísticos, por lo que sería factible que los concesionarios privados cedieran las vías que hoy utilizan, para que los trenes de pasajeros las ocupen y el gobierno construya otras fuera de las zonas pobladas, para los trenes de carga.
“Se está evaluando por dónde van a ir los trenes, se están llevando a cabo todos los procesos. Los términos de referencia marcan lo que se está planteando, que son las bases de licitaciones de la obra”, dijo Jesús Esteva Medina, el Secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
Con estas previsiones, los trenes de pasajeros usarían algunos trazos del tendido férreo ya disponibles, y los ferrocarriles de carga podrían cambiar sus rutas para su beneficio, aunque todavía está en análisis y se definirá luego de los estudios de preinversión que han comenzado.
El planteamiento inicial para la construcción de trenes fue que estos usarían vías nuevas, independientes de los trenes de carga. Además, el gobierno está planteando zonas en las que solo haya una vía, con grandes laderos, para optimizar el derecho de vía, y vía doble solo en donde sea necesario.
En el primer paquete de licitaciones, el gobierno publicó las convocatorias para los estudios de demanda, impacto social y urbano, las condiciones legales y económicas de tres de los tramos anunciados por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Los estudios de demanda para los trenes México-Querétaro, Querétaro-Irapuato y Saltillo Nuevo Laredo ya han comenzado a ser licitados y recibieron más de 138 preguntas de las consultoras interesadas en participar en la realización de los análisis que definirán la factibilidad de los proyectos ferroviarios.
De acuerdo con las especificaciones de las licitaciones, las propuestas finales deberán ser presentadas el próximo 13 de enero para cada uno de los tres tramos a cargo de la SICT y contarán con 105 días naturales para su realización.
Para dichos estudios de proyección de demanda, el gobierno estima invertir al menos 115 millones de pesos.
Cabe señalar que para el tren México-Querétaro, el gobierno contaba con los estudios de preinversión, impacto económico y otros análisis que se realizaron durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Además, la ferroviaria Canadian Pacific Kansas City (CPKC) pagó un estudio recientemente que evaluó el impacto económico, la factibilidad del proyecto e incluyó un paquete de estudios de inversión.
No obstante, la administración actual decidió licitar de nuevo esos estudios previos al comienzo de las obras de construcción.
Así como la construcción del tren México-Nuevo Laredo fue dividida en tramos, así también será la inauguración de cada uno de ellos, es decir, conforme se vaya concluyendo la obra, el gobierno inaugurará los tramos, adelantó Esteva.
Se espera que las obras iniciales de los nuevos trenes comiencen entre marzo y abril.
El tren México-Querétaro será uno de los primeros que inicien su desarrollo. En este caso, por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que ya tiene un trazo preliminar, y definirá la posición de las estaciones con base en estudios de demanda que inician este mes.
Los dos trenes adicionales de la primera etapa, es decir, el Querétaro-Irapuato y el Saltillo- Nuevo Laredo estarán abiertos a licitaciones de empresas privadas, que se definirán durante el primer semestre del año siguiente, una vez que estén listos los estudios de preinversión.
“Entonces los tramos que se anunciaron son operativos y se está trabajando; la puesta en marcha es hacia el 2027 de todos esos tramos”, agregó Esteva.
El objetivo de la construcción es que la fase uno de implementación de los ferrocarriles esté lista hacia finales del 2026, para que los ferrocarriles inicien sus trabajos de operación en 2027.
El sistema completo de ferrocarriles de pasajeros estaría terminado en 2029, esto de acuerdo con las proyecciones de la Defensa y la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF).
Esteva Medina agregó que el tiempo de ejecución de cada uno de los tramos ferroviarios tomará un par de años.
