Nueva Orleans ha recibido el año nuevo teñida de tragedia. La ciudad despertaba en las primeras horas de la mañana con la noticia de un atropello masivo y posterior tiroteo en el corazón de su célebre barrio francés que ha dejado al menos 10 muertos y 30 heridos. El escenario del terrible suceso, una de las calles más conocidas y turísticas de todo Estados Unidos: Bourbon Street . La arteria, que habitualmente es símbolo de color, alegría y tradición de la ciudad de Luisiana, ha comenzado 2025 sumida en la desgracia por un acto cuyo autor ha sido abatido por las autoridades y que el FBI está investigando como terrorismo . Resulta difícil tachar de casualidad que el ataque se haya producido precisamente en una calle que, a lo largo del kilómetro que la compone desde Canal Street (en cuya confluencia ha tenido lugar la tragedia) hasta Esplanade Avenue , cuenta con una gran concentración de bares, restaurantes y locales de música en directo. Una oferta que la convierte en el epicentro de la ciudad, especialmente por la noche, no sólo en el famoso Mardi Gras –su Carnaval– sino a lo largo de todo el año y, claro, también en Nochevieja, donde el amanecer acaricia a una Bourbon Street aún hasta los topes en la primera mañana del año. Pasear por Bourbon Street es adentrarse en el corazón de Nueva Orleans , una ciudad donde la música, la historia y la fiesta se entrelazan para ofrecer a locales y visitantes un viaje sensorial en un barrio, el francés, que parece transportar a quien lo transita a una Europa que poco tiene que ver con la cultura norteamericana. Su nombre tiene un origen aristocrático: Bourbon Street fue bautizada en honor a la dinastía Borbón de Francia, una referencia al pasado colonial francés de la región, que nace del ingeniero galo Adrien de Pauger, quien trazó sus calles. Sin embargo, el alma de esta calle poco tiene que ver con la realeza. Aquí, el protagonismo lo tienen los artistas callejeros, los bares de jazz, y los colores y sonidos que nunca descansan. Cabe destacar que Nueva Orleans fue española durante cuatro décadas, entre 1762 y 1803, con la ciudad como capital de la provincia española de Luisina, motivo por el que aún conserva carteles con los nombres de las calles en castellano así como reminiscencias de la arquitectura patria de finales del siglo XVIII en sus calles más emblemáticas. Bourbon Street es un mosaico de cultura y entretenimiento. Durante el día, su arquitectura colonial, con balcones de hierro forjado adornados con plantas colgantes, invita a explorar sus secretos. Pero es de noche cuando realmente cobra vida. Las luces de neón iluminan los adoquines, y el aire se llena de los ritmos de jazz, blues y música contemporánea que emanan de cada rincón. Uno de los momentos culminantes de la actividad en Bourbon Street es el Mardi Gras, una festividad que atrae a millones de personas. Durante esta celebración, la calle se transforma en un carnaval donde las comparsas, los disfraces y las collares de colores crean una atmósfera única. La historia también está presente en cada esquina. Fundada en el siglo XVIII, Bourbon Street ha evolucionado desde sus humildes comienzos como una vía de acceso en una colonia francesa hasta convertirse en un símbolo de la vida nocturna estadounidense. Entre sus joyas históricas se encuentra la Old Absinthe House, un bar que data de 1806 y que ha sido frecuentado por figuras legendarias como Oscar Wilde y Andrew Jackson . Cuando el Katrina cambió para siempre la historia de la ciudad en 2005, Bourbon Street, por su altitud con respecto al nivel del mar que caracteriza a la gran mayoría del barrio francés, apenas sufrió daños en sus monumentos y edificios más emblemáticos más allá de los producidos por el viento. Sin embargo, la catástrofe golpeó fuerte al turismo de un distrito que siempre vivió de la luz y el color y que ahora da comienzo a 2025 teñido de nuevo por las sombras.
