España, país de impuestos. Necesarios para el sostenimiento del gasto público, son tantos los tributos a los que tienen que hacer frente los contribuyentes de nuestro país que la lista parece interminable. Solo hasta noviembre de 2024 se recaudaron más de 210.000 millones de euros en impuestos, una cifra que supera con creces todas las anteriores y supone un nuevo récord, y que será más abultada aún cuando se conozcan los datos de todo el año el próximo marzo de 2025.
A pesar de que están obligados a pagar, no todos los ciudadanos conocen en profundidad para qué son sus impuestos, ni a dónde se destinan ni para qué sirven. En este sentido, es de destacar que el tributo que más dinero recauda actualmente es el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, popularmente conocido como IRPF. Se trata de un impuesto directo y progresivo que grava la renta obtenida por cada ciudadano según los ingresos que genere durante un año fiscal. Actualmente representa el 44,2% de la recaudación total, lo que lo convierte en la principal fuente de ingresos fiscales de nuestro país, según explican desde el blog de Bankinter.
Le sigue el Impuesto sobre el Valor Añadido, ese IVA tan famoso y común que aparece en todas nuestras facturas y que está dividido en tramos según el grado de necesidad de lo que compremos. Tiene un peso del 31,5% en la recaudación de impuestos, segundo en la lista. En este caso nos encontramos ante un impuesto de tipo indirecto y fijo que tenemos que pagar al consumir cualquier bien o servicio.
Tras el IVA se sitúa, en el tercer lugar de recaudación, el Impuesto sobre Sociedades (IS), que se aplica sobre las ganancias que generan las personas jurídicas durante un año fiscal y representa el 12,4% de la recaudación. A continuación están los Impuestos Especiales (II.EE), aquellos que gravan el consumo de determinados productos, como el tabaco, el alcohol o la gasolina. Al igual que el IVA, son impuestos indirectos que tienen una finalidad meramente recaudatoria, aunque en este caso ocupan el cuarto lugar con un peso del 7,4% en la recaudación final.
Así, el resto de impuestos aportan el 4,5%, “incluyendo figuras menos significativas pero esenciales para el sistema tributario”, como el IBI, la tasa de basuras o el Impuesto sobre el Patrimonio.
La entrada del nuevo año no es muy halagüeña en lo que a impuestos se refiere, ya que trae consigo una serie de reajustes fiscales que afectarán a todos los bolsillos. En primer lugar está la eliminación de la rebaja del IVA a los alimentos, lo que repercutirá más pronto que tarde en la cesta de la compra de los españoles, pues ciertos productos como las pastas o el aceite de girasol pasarán del 7,5% al 10%, entre otros.
Asimismo, otro gasto que se incrementará será el de la factura de la luz, que, al igual que los alimentos, verá suprimida la rebaja del IVA que se aplicaba desde 2022 y se reestablecerá al 21%. Estos son tan solo dos de los tantos impuestos y deducciones que desaparecerán con la llegada del año nuevo, aunque no son los únicos.
