Año nuevo, problemas viejos. Los trenes de alta velocidad del modelo Avril vuelven a dar problemas a Renfe en el arranque de 2025. La operadora pública ferroviaria ha informado de que un problema informático está impidiendo circular a estos trenes de Talgo.
El fabricante ha explicado en un breve comunicado que "debido a un fallo de comunicación entre el sistema de control y los cargadores de baterías de los Avril, los trenes no pueden operar en estos momentos. Desde Talgo estamos trabajando conjuntamente con Ingeteam, operador del cargador de las baterías de los trenes, para solventar el incidente y poder restaurar el servicio con la mayor brevedad posible".
Renfe ha añadido a través de la red social X que, tras el fallo, está "reubicando a todos los viajeros en otras composiciones para garantizar su movilidad". La operadora tenía previstas 28 circulaciones con los Avril para hoy, con 14.100 potenciales viajeros y está informando a sus clientes de todos los cambios que afecten a su viaje. Asimismo, está ofreciendo cambios y anulaciones sin coste a todos los viajeros afectados por los retrasos derivados de esta incidencia.
A este respecto, también ha comunicado a algunos pasajeros que no puede garantizar que los Avril vayan a poder prestar servicio mañana. No obstante, al filo de las 21.00 horas la compañía, a través de una nota de prensa, ha asegurado que garantiza la operativa y el servicio mañana para todos los pasajeros de los tres corredores afectados por la avería de los Avril: Nordeste (Madrid-Barcelona), Norte (Madrid-Galicia/Asturias) y Levante (Madrid-Comunidad Valenciana/Murcia). Las circulaciones previstas para este jueves en Talgo Avril son 36, con 19.430 potenciales viajeros.
En cualquier caso, la compañía también ha comunicado que mantendrá mañana el operativo especial para reubicar viajeros si los técnicos de Talgo no consiguen solucionar la incidencia que afecta a los modelos Avril de la compañía.
La compañía ha reforzado el personal de atención al cliente en las estaciones de origen/destino de los trenes afectados y está doblando las capacidades del resto de trenes de Alta Velocidad y Larga Distancia para garantizar la movilidad de los viajeros, según ha detallado con posterioridad.
Desde Adif también han comunicado en su cuenta de X que todos los trenes autopropulsados de la serie 106 de los Talgo Avril (ancho estándar y convencional) "se encuentran inútiles, debiéndose cambiar autopropulsados por otras ramas". El administrador ha detallado asimismo que algunos servicios están sufriendo retrasos y que uno entre Castellón y Gijón ha sido suprimido en origen, estableciéndose un sistema alternativo de transporte por carretera.
El modelo Avril se ha convertido desde el día de su estreno en un verdadero dolor de cabeza para la operadora pública española. Su puesta en servicio a finales de mayo, que se retrasó más de tres años respecto al calendario previsto, ya pareció profética respecto a las incidencias que después ha padecido. Expertos y no tan expertos criticaron entonces aspectos del tren como su insonorización, sus vibraciones o sus asientos tras sus primeros viajes a bordo.
Luego llegaron sus múltiples averías. En agosto, en plena crisis de incidencias -el modelo sumaba entonces cerca de 500 problemas desde que había sido puesto en marcha-, la puntualidad del Avril era apenas del 40%, lo que llevó a hundir la puntualidad de todos los servicios de alta velocidad y larga distancia de la compañía hasta el 76,2%.
En noviembre, sin embargo, seis meses desde su estreno comercial, los problemas parecían superados y su puntualidad había subido hasta el 79%.
A pesar de la mejoría en su funcionamiento, el ministro de Transportes, Óscar Puente, anunció el pasado verano que reclamaría responsabilidades a Talgo y una compensación económica por los daños que están ocasionando en su servicio los múltiples problemas del Avril. Esta reclamación se suma a otras dos de 116 y 50 millones de euros que la operadora ha anunciado por los retrasos en la entrega de los Avril.
En total, Renfe compró a Talgo 30 trenes Avril por 1.281 millones (1.491 millones si se suma el mantenimiento). Un contrato que ha sido criticado por el Gobierno por arriesgado dado que cuando se firmó por el Gobierno del PP, el S106 era sólo un proyecto pues era un modelo nuevo que todavía no se había comenzado ni siquiera a fabricar.
Los nuevos S106 ofrecen más plazas y prestaciones a destinos que hasta ahora no estaban conectados por alta velocidad, como Oviedo, Gijón, Vigo, La Coruña, Santiago de Compostela, Pontevedra y Vilagarcía de Arousa.
Renfe pretende también usar estos nuevos Avril en la conexión entre Barcelona y París y, de hecho, algunos de los convoyes están siendo analizados para su homologación por la autoridad ferroviaria francesa, SNCF, que es al tiempo la operadora.