¿Te imaginas renunciar al jabón en tu ducha diaria? Para muchos, el uso de jabón es un ritual indispensable en su higiene personal. Sin embargo, ¿qué sucedería si decidieras prescindir de la espuma? ¿Es realmente una opción que puede beneficiar tu piel?
La Dra. Bernadette Eberlein, médica principal en la Clínica de dermatología y alergología de Biederstein, en la Universidad Técnica de Múnich, advierte sobre el daño que el agua puede ocasionar a la barrera cutánea.
Según Eberlein, el uso de geles de ducha y jabones empeora la situación al eliminar las grasas protectoras de la piel. Aunque el jabón es efectivo para eliminar polvo, sudor y células muertas, no es la mejor opción para cuidar la piel.
Por el contrario, ducharse solo con agua puede mantener las grasas y microorganismos naturales que defienden la piel de factores externos. Esto reduce la necesidad de restaurar la barrera cutánea con cremas tras cada ducha.
Para quienes no desean prescindir del jabón, los dermatólogos recomiendan optar por productos ecológicos que contengan tensioactivos derivados del azúcar o del coco y que tengan un pH cercano a 5. Esto refuerza el manto ácido de la piel sin eliminar en exceso sus grasas naturales.
Es fundamental evitar productos con fragancias, colorantes y conservantes, así como aquellos que contengan espumas y purpurinas. Los jabones alcalinos son desaconsejados por los dermatólogos, ya que comprometen el manto ácido protector de la piel durante horas, facilitando la entrada de patógenos como hongos, virus o bacterias.
