Es probable que un volcán submarino de Oregón entre en erupción en la costa oeste de Estados Unidos en 2025. Este aviso con tanta antelación es un gran logro, ya que pronosticar erupciones con más de horas de antelación es “bastante inusual”, afirma el geofísico William Chadwick. En la siguiente nota te explicamos de este estudio publicado por Science News.
Ubicado a 470 kilómetros de la costa de Oregón y a más de un kilómetro bajo las olas, el volcán conocido como Axial Seamount cumple todos los requisitos que indican una actividad inminente. Chadwick y su equipo presentaron sus hallazgos a inicios de diciembre en una reunión de la Unión Geofísica Estadounidense en Washington, DC.
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El volcán submarino de Oregón erupcionará en la costa oeste de Estados Unidos en 2025 debido a un hito particular que llamó la atención de Chadwick: la superficie de Axial. Este fenómeno se había extendido hasta casi la misma altura que tenía antes de su última erupción en 2015. Este crecimiento es una señal de que el magma se ha acumulado bajo tierra, generando presión.
La oleada de 2015 permitió a Chadwick y su equipo predecir la erupción de ese año, lo que consideran su mayor éxito de predicción. Durante la última década, un conjunto de dispositivos ha estado monitoreando cada acción de Axial, enviando datos en tiempo real a través de un cable en el fondo marino. Hasta el momento, este volcán es considerado “el mejor instrumentado del planeta”, según Mark Zumberge, geofísico del Instituto Scripps de Oceanografía.
La reciente actividad, junto con el aumento de la actividad sísmica, ha llevado a los investigadores a centrarse en la próxima erupción. El equipo de Axial también cuenta con una nueva herramienta para estimar el día en que se producirá la erupción de magma.
Un grupo de investigadores han utilizado inteligencia artificial para analizar grabaciones de terremotos que precedieron a la erupción de 2015, identificando patrones que deberían observarse horas antes de la siguiente erupción en el gigante americano
Detectar señales de alerta temprana brinda la “oportunidad emocionante de desplegar vehículos operados a distancia para captar la erupción en curso”, señala Rebecca Carey, de la Universidad de Tasmania. La especialista explicó que captar la erupción en el acto proporcionaría valiosos conocimientos sobre vulcanología y sus efectos sobre los sistemas hidrotermales y las comunidades biológicas cercanas.
Pese a que los volcanes terrestres suelen suponer un mayor peligro que los submarinos, existen excepciones. La erupción del Hunga Tonga en 2022, por ejemplo, desencadenó un poderoso tsunami que causó daños estimados en 90 millones de dólares. Chadwick remarca que “hacer pronósticos es difícil”, y que en Axial no hay que preocuparse por falsas alarmas.
La previsión de erupciones es posible gracias a los amplios datos de seguimiento y al conocimiento del comportamiento de Axial. “No existe una bola de cristal”, puntualizó Valerio Acocella, vulcanólogo de la Universidad Roma Tre. Las predicciones se basan en la expectativa de que, cuando la actividad de un volcán alcance un umbral previamente visualizado, puede entrar en erupción.
Por su parte, el geofísico Michael Poland, del Servicio Geológico de Estados Unidos, coincide en que los esfuerzos actuales se basan en el reconocimiento de patrones. Sin embargo, siempre hay el riesgo de que un volcán siga un patrón desconocido y actúe de manera inesperada. Tanto Poland como Acocella esperan que los pronósticos evolucionen para basarse en la física y la química de los sistemas de magma.