Un agente federal de inmigración en México fue asesinado el lunes por la tarde por un grupo de migrantes en el estado de Chihuahua después de pedirles que mostraran sus documentos de identidad, según informó la agencia de migración del país.
El agente, identificado como Luis Alberto Olivas García, fue atacado en Precos-Samalayuca, un puesto de control migratorio ubicado a unos 50 kilómetros al sur de Ciudad Juárez, México, cerca de la frontera con El Paso, Texas, según informó el Instituto Nacional de Migración en un comunicado.
Las autoridades mexicanas dieron declaraciones contradictorias sobre el número de personas detenidas. Mientras que el comunicado de las autoridades nacionales mencionaba a tres personas —dos venezolanos y un colombiano—, Jorge Armendáriz, portavoz de la Secretaría de Seguridad de Chihuahua, afirmó que solo dos venezolanos estaban bajo custodia de las autoridades estatales.
Hasta el lunes por la noche, no se habían presentado cargos. Los expertos señalaron que el asesinato de un agente de migración en México es un hecho poco común.
Los informes preliminares indicaban que el agente sufrió varias heridas, posiblemente causadas por un arma afilada, y una herida en la cabeza, probablemente causada por una roca, según Armendáriz. Olivas García había recibido un reconocimiento por sus 30 años de servicio el lunes, añadió Armendáriz.
Una portavoz de las autoridades migratorias de Colombia declaró el lunes por la noche que el gobierno estaba investigando el incidente y no podía hacer más comentarios. Las autoridades venezolanas no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios.
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El episodio ocurre en un momento en que los cruces ilegales de la frontera entre Estados Unidos y México han disminuido significativamente desde el verano, debido al aumento de las medidas de control en México. Además, el gobierno de Joe Biden impuso en junio restricciones estrictas que dificultan mucho más que los migrantes que ingresan ilegalmente a Estados Unidos soliciten asilo.
El asesinato ocurrió mientras muchos inmigrantes indocumentados y solicitantes de asilo intentaban llegar a Estados Unidos antes de que el presidente electo Donald Trump asumiera el cargo el 20 de enero. Su elección disuadió a algunos de emprender el viaje hacia el norte, mientras que otros se apresuraron a llegar a la frontera para intentar cruzarla.
