Este acercamiento contrasta con la situación de los kurdos en Siria. El presidente turco ha dicho que los extremistas del Estado Islámico (ISIS) y los militantes kurdos del PKK y grupos relacionados, deben ser eliminados para que se establezca una nueva Siria segura y estable
Algo se está moviendo en Türkiye (Turquía) desde hace un par de meses, que podría indicar que el Gobierno turco estaría dispuesto a negociar con el grupo kurdo PKK, después de pasada una década desde el último intento para lograr la paz con este grupo, poniendo fin a cuarenta años de enfrentamientos.
En el pasado mes de octubre, el gobierno turco parecía tantear el terreno para ver si se podía poner en marcha un nuevo proceso para resolver el conflicto. En particular, Devlet Bahçeli, líder del ultranacionalista Partido del Movimiento Nacionalista (MHP) y aliado del gobierno del presidente Erdoğan, en una declaración sorpresa del 22 de octubre dijo que las autoridades deberían conceder la libertad condicional al líder encarcelado del PKK, Abdullah Öcalan, si anunciara la disolución del grupo; algunos informes de los medios de comunicación sugirieron que el Gobierno había facilitado los contactos entre el encarcelado Öcalan y los líderes del PKK en Irak, y Öcalan instó al grupo a poner fin a su insurgencia. Ankara permitió el 23 de octubre que el sobrino de Öcalan lo visitara en prisión, marcando la primera visita de este tipo de un miembro de la familia en más de tres años. Erdoğan confirmó el 30 de octubre la búsqueda de un nuevo enfoque que describió como una “ventana de oportunidad histórica”, diciendo: “Mis queridos hermanos kurdos, esperamos que tomen firmemente la mano sinceramente extendida [de Bahçeli]”. El presidente turco rompió su silencio sobre las discusiones en curso sobre la posible liberación del líder del PKK, Abdullah Öcalan, y dijo que la propuesta que el presidente del MHP, Devlet Bahçeli, lanzó a la escena política debe ser “considerada con una mente abierta”.
A su juicio, sería más beneficioso evaluar los enfoques recientes iniciados por Bahçeli “sin prejuicios”, a la luz de este contexto más amplio. “Este enfoque es un requisito de la sabiduría de nuestro antiguo estado y del conocimiento destilado durante miles de años”, agregó Erdoğan. También dijo que, “como nación, debemos resolver rápidamente nuestros problemas políticos, sociales y económicos”. El apoyo de Erdoğan da credibilidad al escenario propuesto por Bahçeli. Los expertos legales han señalado que Erdoğan tendría que emitir un indulto especial para la liberación de Öcalan.
El prokurdo Partido de la Igualdad y la Democracia de los Pueblos (DEM), el tercero más grande del Parlamento, respondió solicitando que sus copresidentes se reunieran con Öcalan, fundador del PKK. Poco después, se supo que una reunión entre el líder del Partido del PKK, Abdullah Öcalan, y la delegación prokurda del DEM, se produjo el día 27 de diciembre. Es crucial. La delegación incluyó a los pesos pesados del movimiento kurdo que ya formaron parte de la delegación que visitó Öcalan, durante el proceso de paz entre el PKK y Turquía de 2013-2015. La creciente inestabilidad regional y los cambios en la dinámica política son vistos como factores detrás del intento de poner fin al conflicto con el PKK.
Este acercamiento contrasta con la situación de los kurdos en Siria. El presidente turco ha dicho que los extremistas del Estado Islámico (ISIS) y los militantes kurdos del PKK y grupos relacionados, deben ser eliminados para que se establezca una nueva Siria segura y estable, lo cual podría hacer pensar que los acercamientos en Turquía podrían servir para concentrarse en atacar a los kurdos de Siria. No hay que olvidar que, mientras los rebeldes radicales liderados por islamistas impulsaban su ofensiva relámpago de 12 días que derrocó a Assad el 8 de diciembre, los combatientes respaldados por Turquía comenzaron una operación paralela contra las fuerzas lideradas por los kurdos en el norte.
En cualquier caso, en los próximos días o semanas veremos si esta fase exploratoria da resultado y, como consecuencia, se inicia un nuevo proceso de paz con el PKK. En este sentido, y ya que las demandas de los kurdos en Turquía se centran en el respeto a su identidad y su lengua, sería oportuno que España ofreciera su experiencia en el sistema autonómico, pues la solución de los kurdos en Turquía pasará inevitablemente por alguna forma de autonomía.
