En el marco de las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, el Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (Conadis) hizo un llamado a la ciudadanía para evitar el uso de pirotécnicos, alertando sobre sus efectos adversos en personas con autismo, particularmente en niños, niñas y adolescentes.
El médico psiquiatra Horacio Vargas Murga, experto en salud infantil y adolescente, explicó que la alta sensibilidad auditiva en las personas con autismo convierte los estruendos de los pirotécnicos en una experiencia profundamente estresante.
Según el especialista, estos ruidos generan una sobrecarga sensorial que puede desencadenar altos niveles de ansiedad, estrés y angustia, afectando significativamente a quienes padecen este trastorno. Asimismo, precisó que las reacciones ante estas explosiones pueden variar desde el intento de buscar refugio en un lugar tranquilo hasta episodios extremos de autolesión.
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En cuanto a las recomendaciones, Vargas sugirió anticipar los eventos ruidosos mediante información visual y verbal sencilla, habilitar espacios tranquilos con iluminación tenue y proveer herramientas como auriculares bloqueadores de ruido. También propuso involucrar a las personas con autismo en actividades previas, como la decoración navideña, reduciendo estímulos visuales y auditivos excesivos.
La presidenta del Conadis, Sandra Piro Marcos, enfatizó que estas celebraciones no deberían representar un motivo de sufrimiento para las personas con autismo u otras poblaciones vulnerables. Asimismo, instó a las autoridades a reforzar las medidas de prevención y fiscalización del uso de pirotécnicos, en línea con las normativas vigentes.
Según cifras del Conadis, en el Registro Nacional de la Persona con Discapacidad están inscritas 25,918 personas con autismo, de las cuales 13,264 son menores de 11 años, lo que resalta la necesidad de considerar esta problemática en políticas públicas y prácticas ciudadanas responsables.
