Al respecto, a través del medio digital ‘el Economista’, el periodista Raúl González Pérez manifestó que el colon, también denominado intestino grueso, es una sección del sistema digestivo ubicada entre el intestino delgado y el recto. Junto con el ciego, conforma el intestino grueso, el cual se divide en cuatro partes: el colon ascendente, el colon sigmoide, el colon descendente y el colon transverso.
Este órgano, que mide aproximadamente 1,5 metros de largo y 6,5 cm de diámetro, se extiende desde el íleon hasta el ano. Su función principal es la absorción de agua y vitaminas, así como el almacenamiento de residuos antes de su eliminación del cuerpo.
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Según un artículo de New York Times International Weekly, se ha identificado una fruta especialmente beneficiosa para la salud del colon: la manzana. Esta fruta, rica en pectina, tiene la capacidad de reducir la inflamación en la mucosa digestiva, lo que la convierte en una opción ideal para tratar afecciones como la colitis, el síndrome del colon irritable, los divertículos y otros trastornos intestinales. Adicionalmente, la pectina contribuye a proteger la flora intestinal al inhibir el crecimiento de bacterias patógenas.
Otras frutas que también tienen propiedades beneficiosas para el colon son las uvas, el mango y la sandía. A estas se suman verduras como el apio y las espinacas, que, al ser ricas en fibra, son esenciales para mantener la salud digestiva.
El cáncer de colon, también conocido como cáncer colorrectal, se origina cuando las células del revestimiento del intestino grueso comienzan a crecer de forma descontrolada, formando tumores que pueden volverse malignos y propagarse a otras partes del cuerpo. Este tipo de cáncer afecta tanto al colon como al recto, ya que ambas zonas están conectadas.
En 2023, España registró 40.203 nuevos casos de cáncer de colon, convirtiéndolo en un problema de salud pública. La incidencia es más alta en hombres, con 24.385 nuevos casos, mientras que en mujeres, es el segundo cáncer más común, después del de mama, con 15.818 diagnósticos.
El cáncer de colon está estrechamente relacionado con el envejecimiento, siendo más frecuente en personas mayores de 50 años. Sumado a eso, factores genéticos y de estilo de vida también influyen en su aparición, destacando la importancia de adoptar medidas preventivas.
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El cáncer de colon a menudo no presenta síntomas en sus primeras etapas, lo que dificulta su detección temprana. Los programas de cribado, que consisten en pruebas periódicas para personas en grupos de riesgo, son clave para su diagnóstico. Entre los síntomas comunes se encuentran cambios en los hábitos intestinales (diarrea o estreñimiento), sangre en las heces, dolor abdominal, calambres y sensación de hinchazón.
En etapas avanzadas, pueden aparecer pérdida de peso inexplicada, fatiga crónica y anemia. La colonoscopia es la herramienta principal para diagnosticar este cáncer, ya que permite visualizar el intestino grueso y obtener muestras para su análisis.
