En Alajuela, la Universidad de Costa Rica tiene una sede en San Ramón, la Universidad Técnica Nacional tiene tres sedes, el Instituto Tecnológico está en San Carlos y el Incae, una prestigiosa institución internacional, en La Garita. Todas tienen que unirse para resolver el intenso problema de violencia que genera la Liga Deportiva Alajuelense en sus encuentros. No es solo el fútbol, el reto es enfrentar la violencia de tal manera que, del centro de alto rendimiento de la Liga salgan deportistas que multipliquen los valores de paz.
Se trata de eliminar todo tipo de violencia para reconquistar una provincia que dé paz, al mejor ejemplo de don Tomás Guardia, quien eliminó la pena de muerte en el país.
Este reencuentro con la serenidad, pasando del enfrentamiento deportivo al respetuoso debate de ideas requiere una actitud positiva, debemos impactar la educación desde sus bases.
En todos los niveles, desde la educación media y también en zonas de conflicto social, donde el deporte puede ejercer una influencia positiva y traer vientos frescos. Existen oportunidades de generar entendimiento.
En cada cancha abierta y en cada gimnasio, docentes, deportistas, entrenadores y padres de familia están llamados a formar hombres y mujeres en un proyecto educativo que fomente el entendimiento. Un encuentro deportivo es sencillamente la valoración, durante un tiempo determinado, para conocer las destrezas de cada uno de los contendores. Después de ello, el enfrentamiento deportivo debe termina, en paz, no con violencia. Eso requiere una educación y una pedagogía. En la situación actual, estamos trasladando las balaceras, agresiones, gritos e insultos a todo el país. Así no es el deporte.
El proyecto educativo de Liga Deportiva Alajuelense además de enseñar a jugar mejor debe incluir un respeto hacia el rival y su propia afición, y entender que el fútbol también es la proyección nacional de una educación correcta. Perdonar al rival, enfrentar los retos y cuidar el ambiente de sus presentaciones, es parte del carácter docente del deporte.
Sus equipos deben reflejar iniciativas de paz y armonía social. En sus presentaciones debe demostrar la elegancia de un juego exitoso. No se necesita que confronte más y dé garrotazos, sino que gane con respeto. Recojamos las velas de la violencia y transformémoslas en educación con respeto.
José Joaquín Chaverri Sievert es diplomático y fue embajador de Costa Rica en Alemania durante varios períodos.