Guillermo Alarcón Menéndez, expresidente del club Alianza Lima, falleció en la mañana del lunes 30 de diciembre. El directivo, que asumió las riendas del conjunto victoriano en el 2009, tuvo un polémico paso por la institución blanquiazul durante los 3 años que duró su gestión.
En el 2014, Guillermo Alarcón fue sentenciado a cinco años de prisión efectiva debido a irregularidades en la gestión de Alianza Lima. Posteriormente, esta pena fue modificada a una condena de tres años de prisión condicional.
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Durante su gestión al mando de Alianza Lima, la escuadra íntima estuvo cerca de consagrarse campeón nacional en los años 2009 y 2011; sin embargo, perdió las finales ante Universitario de Deportes y Juan Aurich, respectivamente. Más allá del aspecto deportivo, el dirigente terminó siendo investigado y sentenciado por los malos manejos que realizó en su periodo.
En febrero del 202, Guillermo Alarcón, exdirigente de Alianza Lima, fue expulsado del club como socio debido a “falsedad ideológica” en perjuicio de la institución blanquiazul. En la resolución se indica que Alarcón incurrió en acciones que contravienen la ley, afectando así a la entidad victoriana.
“La causal para la separación de socios de la asociación se debe interpretar en un sentido en el que cuando un socio de la institución haya efectuado, de manera pública o privada, actos que son contrarios a las leyes, la moral, las buenas costumbres, con los fines de la asociación o contrarios a sus intereses económicos o patrimoniales de la institución, a través de su área correspondiente y en concordancia con el procedimiento advertido del Estatuto del Club Alianza Lima, podrá ser separado en grado de expulsión de la asociación”, se lee en el documento que se difundió en redes sociales.
El martes 16 de enero, el Poder Judicial (PJ) emitió sentencias significativas en el marco del caso Oncoserv. El Primer Juzgado Penal Colegiado de la Corte Superior Nacional (CNS) condenó a Rodolfo Orellana Rengifo a 20 años de prisión, mientras que Guillermo Alarcón Menéndez recibió una pena de 13 años.
En el caso de Alarcón, la sentencia se desglosa en 10 años por lavado de activos y tres años por asociación ilícita para delinquir. Por su parte, Orellana enfrentará cinco años de cárcel por cohecho pasivo y 15 años por el delito de lavado de activos, reflejando la gravedad de los delitos investigados.