Comenzó la temporada alta para todos los servicios vinculados a la seguridad del hogar. Las Fiestas, las vacaciones de verano y escapadas de dos o tres días impulsan, como cada año, la necesidad de los argentinos de proteger sus pertenencias.
Por un lado, la demanda de cajas de seguridad crece hasta un 30% cada mes. De esta manera, en la "temporada alta", las empresas aumentan su actividad alrededor de un 120% desde mediados de noviembre y hasta marzo inclusive.
Se trata de un período que refleja la necesidad de quienes no son usuarios habituales de caja de seguridad pero quieren contratar el servicio por el tiempo que se van de su vivienda, ya sean 15 días, un mes, dos o lo que determinen.
Juan Piantoni, CEO de Ingot, expresó que ve este crecimiento estival en sus sucursales, llevando la punta de contrataciones aquellas que se encuentran en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). "Lo que más busca el cliente es cercanía, tanto de su casa o de su trabajo o de su lugar de influencia, donde se mueve. Entonces, a veces, prioriza comodidad a precio", dijo.
Ariel Medinilla, presidente de la marplatense Fortress, afirmó que su empresa "está a capacidad casi completa", pese a ser una ciudad receptora de turismo y no estar en el AMBA, que se vacía en enero.
Las contrataciones anuales de cajas de seguridad privadas van desde los $ 570.980 anuales ($ 47.581 mensuales) para las unidades que miden 10x15x60 hasta el $ 1,8 millones anuales ($ 155.729 mensuales) la caja de 30x30x60.
En el servicio tradicional, se suele ofrecer un juego con dos copias de la misma llave para que, tanto el titular como el autorizado, puedan ingresar y deben pasar por varios anillos de seguridad automatizados antes de la apertura de su cofre.
Por su parte, la Cámara Argentina de Empresas de Servicio de Alquiler de Cajas de Seguridad (Caesacs) indicó que las empresas del rubro ganan terreno por sobre las entidades bancarias gracias a tres factores: disponibilidad inmediata en una sucursal cercana para cada cliente, mayor flexibilidad de acceso a los valores resguardados y un nivel más alto de seguridad, gracias a los avances tecnológicos implementados en los últimos años.
Según datos del Observatorio de Seguridad de Verisure, más del 70% de los encuestados experimentó un hecho delicitivo en los últimos dos años y, al menos, el 40% fueron delitos violentos. El reporte indica que, este año, la cantidad de robos en inmuebles "fueron muchos más" que en 2023.
La Central Receptora de Alarmas de la compañía registró un 60% de incidentes en hogares, mientras que el 40% restante ocurrieron en comercios. El año pasado, estaban repartidos equitativamente.
En consecuencia, el aumento en la inseguridad en los hogares, no sólo lleva a sacar artículos de valor en las vacaciones y guardarlos en cajas de seguridad privadas, sino también a reforzar la protección del hogar con alarmas.
Carlos Beltrán Rubinos, director de operaciones de Verisure, detalló que, en la temporada de verano, en lo que respecta a la cobertura en comercios, el 85% corresponde a Buenos Aires, el 6% a Córdoba, el 3% a Mendoza, al igual que Santa Fe, mientras que Tucumán tiene el 2% y Entre Ríos el 1 por ciento.
En tanto, el aumento de contrataciones en residencias, en época de vacaciones, se distribuye un 80% en Buenos Aires, Córdoba el 9%, Mendoza el 5%, Santa Fe el 4%, Tucumán y Entre Ríos el 1%.
El 54% de las personas siente temor a sufrir robos cuando sus hogares quedan vacíos, según un estudio de mercado realizado para Prosegur Alarms por la consultora Mega Smart Research Solutions.
"Cuando se acercan las vacaciones, crece la preocupación entre los argentinos por dejar la casa sola y aumenta la demanda de la contratación de alarmas. En general, hay un 20% más de contrataciones que en un mes normal", explicó Carlos Capel, director general de Prosegur Alarms Argentina.
El ejecutivo ahondó en que esta mayor preocupación por la seguridad se ve reflejada en la mayor demanda de las personas no solo por proteger la vivienda permanente, sino también la temporal en la que se hospedan durante el receso de verano.
De hecho, agrega que, en la Costa Atlántica, la contratación de alarmas también creció 20% este año, frente a 2023.
Cabe destacar que, tanto los precios como los descuentos varían según el servicio -si tiene sensores, cámara, algún dispositivo anti robo especial- y la promoción que ofrezca la empresa, y luego, el cliente consiga renovar con el paso del tiempo.
Para graficar, en líneas generales, y variando según la empresa de alarmas, una casa ubicada en Flores que tenga cocina, living comedor, dos habitaciones y garage paga $ 70.000 mensuales (con un descuento del 30% incluido) por el servicio más básico, con monitor de la alarma y dos sensores.
Un departamento de dos ambientes en Nuñez, para el que se contrate el servicio de alarma con dos sensores de movimiento, un sensor para la puerta y otro para un ventanal que da al balcón, paga $ 50.000 con una bonificación del 40 por ciento.