Según datos del sector de productos pretrolíferos, las gasolineras "low cost" están ganando terreno en toda España. De hecho, se estima que en torno al 80% de los conductores españoles ya repostan en estas gasolineras, según el estudio "Hábitos de consumo de combustible en España" elaborado por Plenoil, uno de los principales operadores de este tipo.
En este sentido, se estima que desde el año 2022, el número de personas que repostan en estaciones de este tipo han aumentado casi un 20%, lo que ha hecho que, debido a la demanda, el número de oferta de estas estaciones de servicio aumenten en todo el territorio español. Tanto es así que el ejercicio de 2023 cerró con un nuevo récord de gasolineras en España: 12.346 estaciones de reportaje, de las cuales más de 5.000 eran gasolineras low-cost. De esta manera, en 2023 la oferta de estas últimas se amplió en 276 más, creciendo casi un 67% en una década.
Por este motivo, en muchas ocasiones, la duda sobre si es bueno repostar gasolina low-cost, o sobre cada cuánto tiempo hacerlo, abunda en los conductores, sobre todo en fechas tan señaladas como las operaciones salida o entrada de campañas tan importantes como lo es esta, la campaña de Tráfico de Navidad.
Un trabajador del grupo de gasóleos García-Camacho, la distribuidora oficial del grupo Repsol en Extremadura, ha publicado un vídeo la cuenta oficial de Instagram de la empresa en el que ha sido contundente a la hora de recomendar el procedimiento a seguir con las gasolinas low-cost y las gasolinas d emayor calidad.
En este sentido, el expendedor de gasolinas explica en el vídeo cuáles son las ventajas de un carburante de mayor calidad, entre las que destaca la mayor eficiencia, un menor consumo, y la limpieza de todos los conductos del vehículo y el cuidado del motor.
Por ello, el señor argumenta que "cada tres depósitos del normal, uno de mayor calidad", es decir, que por cada tres depósitos de carburante "normal" o low-cost, aconseja repostar uno de mayor calidad, para no estropear el funcionamiento del vehículo.
Repsol apunta que la clave de esta diferencia está en los aditivos del carburante. De esta manera, cada marca tiene sus propios aditivos e ingredientes, lo que las diferencia las unas de las otras y, al final, acaba influyendo en su precio.
Por ejemplo, las gasolinas más caras, como en el caso de la citada compañía, llevan integradas entre sus componentes paquetes de aditivos que les aporta capacidad detergente y antiherrumbe, lo que hace que se reduzcan los depósitos internos y se cree una protección frente a la corrosión de los inyectores y otros componentes del motor.
Además, este tipo de carburantes suelen frenar el envejecimiento del motor y neutralizar la aceleración de la oxidación del mismo, algo que, por ejemplo, el producto de las gasolineras más baratas no suelen hacer.
No obstante, algunas firmas low cost también añaden estos aditivos. En este sentido, el combustible de Plenoil, por ejemplo, cuenta con los aditivos recomendados por Exolum, de donde procede el combustible del resto de gasolineras tradicionales. "Es decir, la gasolina es la misma y de igual calidad", señalan desde la compañía.
