Estas fiestas navideñas, recién concluidas, nos invitan a mirar con atención al significado profundo de la celebración: el amor que transforma y da sentido a nuestra vida. Más allá de las luces, los regalos y las reuniones familiares, la Navidad conmemora un acontecimiento que cambió la historia de la humanidad: el nacimiento de Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, que vino al mundo por amor a cada uno de nosotros.