Santo Domingo .-El ambiente festivo que impera para esta época del año puede llevar a muchas personas a exponerse a altos volúmenes de música o ruidos, que pueden terminar causando daños auditivos irreversibles.
Y es que, al salir a las calles es frecuente ver vehículos repletos de bocinas, conocidas estas como kitipós, utilizadas para amplificar el sonido y cuando las personas se exponen a este podrían terminar con algún trauma auditivo.
De acuerdo con el otorrinolaringólogo Freddy Ferreras, el oído humano tiene una capacidad máxima equivalente a unos 80 decibeles, que es una medida del volumen de la fuerza del sonido, y las referidas bocinas, suelen alcanzar sonidos de 120 y más, lo que transforma la música en un ruido peligroso para la salud auditiva.
Más allá
Pero no se queda ahí. El médico explica que cuando una persona lleva puestos unos auriculares y los que van al lado pueden escuchar, significa que estos han pasado del rango recomendado para no afectar los oídos, por lo que el uso constante de audífonos podría pasarle factura con los años.
“Si tú tienes ruido por encima del rango que el oído puede manejar, entonces ya ese sonido se hace peligroso y ahí es que viene entonces lo que llamamos traumas acústicos, que producen sordera por exposición a ruidos por encima de los 80 decibeles”, detalló Ferreras.
Ely Gómez (nombre ficticio) estuvo expuesta a ruidos fuertes durante las celebraciones de fin de año del 2023, en un centro de diversión con varios vehículos desde los cuales se ponía música y desde ese momento empezó a sentir molestias.
“Primero me dio un dolor en el oído izquierdo y, desde entonces, cuando estoy viendo algún video o escuchando música, hasta en el celular, debo bajarle el volumen porque escucho un zumbido, como cuando la radio está dañada”, expresa la joven.
Ferreras considera que lo más probable es que ella haya tenido un trauma acústico por ruido, que pudiera ser permanente.
Aclara que el daño es aún mayor cuando las personas se encuentran en espacios cerrados, ya que el sonido no tiene hacia dónde salir, como puede ser un drink o cuando se va en vehículos que tienen amplificadores de sonido.
De ahí que el ruido excesivo pueda causar una variedad de problemas auditivos, desde irritación temporal hasta daños permanentes en el oído interno, como son pérdida auditiva inducida por el ruido, tinnitus, que se refiere al zumbido o pitido en los oídos, y otros.
Lo que pasa
Cualquier ruido, desde música hasta una explosión, puede causar daño dentro del oído, específicamente en la parte del oído interno, que es donde está el órgano eléctrico de la audición y del equilibrio.
Ferreras precisa que para llegar al oído interno, los sonidos tienen que atravesar la oreja, luego el canal de la audición hasta llegar a la membrana timpánica. Allí hay tres huesos formando una cadena y cuando la membrana se mueve, ellos también lo hacen.
“Ese movimiento de los huesecitos es lo que estimula la parte interna del oído que está dentro de la cabeza y en esa parte interna hay dos órganos: la cóclea y el aparato vestibular”, señala el galeno.
La primera, se encarga de percibir los sonidos para convertirlos en información y, la segunda, de percibir los movimientos y mantener el equilibrio.
Contaminación sónica
En el caso de los establecimientos o vehículos que sobrepasen el volumen permitido, el país cuenta con normativas que regulan la contaminación sónica, desde los ministerios de Medio Ambiente y de Interior y Policía.
En intervenciones, la Policía Nacional, que cuenta con la unidad Antirruidos, se incauta plantas, cajones, bocinas, cornetas y otros equipos que producen ruidos contra la salud y afectan la tranquilidad.
Para estas fiestas, Interior y Policía creó un spot publicitario en el que llama a la población a no propagar el ruido.
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