Los ministros de un determinado gobierno son, qué duda cabe, un activo político del mismo y, por extensión, del partido que lo sustenta. Y por eso los titulares de las carteras, incluso los que llegan como independientes, suelen terminar intensificando su actividad política , recalando tanto en las listas a las elecciones generales como cabezas de cartel en las distintas provincias o, incluso, como candidatos a alcalde o presidente autonómico. Precedentes hay varios. José María Aznar encomendó a principios de siglo a Jaime Mayor Oreja , su primer ministro del Interior, la candidatura del Partido Popular (PP) a lendakari, empresa en la que fracasó por estrecho margen en las elecciones de 2001 en el País Vasco. Por la misma época,...
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