El International Institute for Strategic Studies (IISS) publicó un informe reciente que clasifica a los países con mayor capacidad militar en América Latina. Este estudio resalta los esfuerzos y estrategias implementados por diversas naciones para modernizar sus fuerzas armadas, buscando aumentar su relevancia en el contexto regional e internacional. La seguridad y la defensa emergen como elementos clave en la geopolítica actual.
América Latina, tradicionalmente reconocida por su riqueza cultural y biodiversidad, comienza a destacarse también por los avances en sus capacidades militares. En los últimos años, varios países incrementaron de manera notable sus inversiones en sectores como la aviación militar, el equipamiento terrestre y el control de los espacios marítimos, reflejando un cambio en sus prioridades estratégicas.
Asimismo, se está realizando un esfuerzo conjunto para fortalecer su seguridad interna y aumentar el impacto en el escenario global. Las inversiones en defensa continúan creciendo, con el objetivo de enfrentar los retos y consolidar su papel como un actor clave en la estabilidad y la cooperación internacional.
En su informe de 2024, el International Institute for Strategic Studies (IISS) resaltó los progresos en las capacidades militares de varios países de América Latina. El análisis subraya el esfuerzo significativo de la región por modernizar sus ejércitos, con énfasis en el fortalecimiento de sus fuerzas terrestres, aéreas y marítimas, así como en la adopción de tecnologías avanzadas.
Brasil encabeza la lista en capacidad aérea, consolidándose como la potencia militar más fuerte. Además, su elevado presupuesto de defensa refuerza esta posición.
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Brasil se posiciona como la potencia militar más fuerte de América Latina, consolidando su liderazgo gracias a su destacada capacidad aérea, que constituye el núcleo de su estrategia defensiva. Con 185 aeronaves de combate activas y un presupuesto de defensa superior a los 22 mil millones de dólares, Brasil no solo lidera en la región, sino que también fortalece su posición estratégica en el ámbito global. El presupuesto de defensa de Brasil es el más alto, lo que le permite:
En los últimos años, la inversión en defensa adquirió un enfoque estratégico, lo que refleja una transformación en las políticas de seguridad regionales. Este aumento en el gasto militar tiene como objetivo garantizar la seguridad interna y también mejorar el posicionamiento geopolítico de los países en un mundo cada vez más competitivo.
Los retos actuales, como el control del crimen organizado y la necesidad de fortalecer las alianzas internacionales, impulsaron un enfoque integral en la modernización de las fuerzas armadas.
Los países enfrentan desafíos clave en cuanto a la seguridad interna, como el crimen organizado, el control de fronteras y la respuesta a emergencias. Combatir el narcotráfico y otros delitos exige equipos y personal altamente capacitado. Además, las fuerzas armadas son esenciales para abordar desastres naturales y crisis humanitarias.
En el ámbito geopolítico, Brasil y Chile buscan consolidarse como potencias militares en la región, con el objetivo de aumentar su proyección de poder. Al mismo tiempo, las alianzas con potencias globales como Estados Unidos, China y Rusia les permitió acceder a tecnologías avanzadas y fortalecer sus lazos diplomáticos. La modernización tecnológica se convirtió en un pilar fundamental de este proceso, destacando la avanzada aviación militar.
Perú ocupa el sexto lugar en capacidad aérea dentro de América Latina, destacándose por su flota activa de 60 aeronaves. A pesar de enfrentar desafíos financieros y estratégicos, el país logró consolidarse como un actor importante en la región, gracias a su enfoque en la modernización y el mantenimiento de su fuerza aérea.
El gobierno peruano priorizó inversiones en la actualización de su infraestructura militar y la adquisición de tecnología avanzada para fortalecer su aviación militar. A pesar de los retos, el país sigue avanzando en su capacidad para proteger su espacio aéreo y contribuir a la seguridad, asegurando un papel clave en la cooperación y los acuerdos multilaterales en materia de defensa.
