Ubicada en la provincia de Ourense, Ribadavia es un espacio de Galicia que atrae con su historia, arquitectura y una costumbre vinícola que tiene sus raíces en miles de años de historia. Este lugar, ubicado cerca de la convergencia del río Avia con el Miño, presenció el tránsito de celtas y romanos, quienes hallaron en sus aguas y montañas no solo un entorno espectacular, sino también una región abundante en minerales. Hoy en día, Ribadavia se erige como la capital de la Denominación de Origen Ribeiro, la más antigua de Galicia, y un lugar esencial para los aficionados al vino, la historia y la cultura.
El vino Ribeiro representa el espíritu de Ribadavia, y sus orígenes se prolongan hasta épocas ancestrales. El geógrafo y escritor griego Estrabón ya resaltó la calidad y distinción de los vinos producidos en esta región durante el siglo II a. C. En la época medieval, el Ribeiro se estableció como un ícono vitivinícola y su reputación superó las barreras: fue el vino inicialmente introducido en América por Cristóbal Colón y se transformó en un emblema de distinción en las mesas reales de Europa.
En Ribadavia, la tradición vitivinícola continúa viva, en la que pequeñas bodegas familiares y modernas instalaciones conviven para preservar la excelencia del Ribeiro. Es una experiencia inigualable visitar las viñas y bodegas, descubrir los secretos de un vino que fusiona la tradición milenaria con la innovación.
Durante la Edad Media, Ribadavia obtuvo su identidad moderna, periodo en el que se estableció la topografía que hoy en día cautiva a los turistas. En 1947, declarado Monumento Histórico-Artístico, su antiguo casco es un laberinto de calles empedradas, plazas encantadoras y los emblemáticos soportales gallegos, que brindan resguardo frente al sol y la lluvia.
La judería, una de las más preservadas de Galicia, está entre sus calles. Este vecindario, antes un relevante núcleo cultural y comercial, facilita la exploración de la historia de la comunidad judía en la zona. En este lugar es posible recorrer la Casa de la Inquisición y la antigua sinagoga, evidencias vivas de un pasado caracterizado por la coexistencia y el comercio del vino.
En la cúspide de la villa, sobresaliendo sobre el entorno, se hallan las ruinas del castillo de los Sarmiento, el emblema principal de Ribadavia. Esta fortaleza medieval, edificada en el siglo XV y dejada en el XVII, fue una de las más majestuosas de Galicia. Sus muros y torres rememoran un glorioso pasado, y desde sus altos se pueden apreciar vistas panorámicas de los viñedos y el valle del Avia.
Ribadavia no es únicamente un sitio para contemplar, sino también para deleitarse. Cada agosto, la localidad festeja la Fiesta de la Historia, un acontecimiento donde sus residentes se adornan con trajes de la era medieval y recrean el clima de sus épocas doradas. Esta celebración, unida a la Festa do Ribeiro, representa una ocasión ideal para catar los vinos más destacados y adentrarse en la cultura autóctona.
Además, la cocina de Ribadavia armoniza perfectamente con su tradición en el sector vinícola. Alimentos como el pulpo a la gallega, las empanadas de lamprea y los dulces tradicionales judías, como las almendritas, son delicias que no pueden ser ignoradas.
