Si tienes el pelo rizado u ondulado, sabes que conseguir un acabado definido sin que el frizz arruine tu día es casi misión imposible. Pero déjame decirte algo: no tiene por qué serlo. La clave está en tener el arma secreta que toda melena rizada necesita en invierno: un buen aceite capilar. Y no cualquier aceite, sino uno que transforme tu pelo en su mejor versión. Por lo que, si eres de mi equipo y aún no has descubierto el poder de lo que me gusta llamar oro líquido, esta es tu señal para hacerte con uno de los que he seleccionado. ¿Por qué ahora? Porque 2025 está a la vuelta de la esquina, y ya sabes lo que dicen: año nuevo, vida nueva… y en este caso, melena nueva. Si empiezas a usar uno de estos aceites desde ya, prometo que tus rizos no volverán a ser los mismos.
Hablemos claro: puede que estés cansada de las eternas batallas contra el encrespamiento, de las horas invertidas en planchas y secadores que no dan el resultado que esperabas, o de ver cómo tus rizos pierden su forma a la mínima señal de humedad. Tranquila, no estás sola. Yo también he estado ahí y sé lo frustrante que puede ser. Pero ahí es donde entran los aceites capilares. No solo hidratan y aportan brillo, sino que actúan como un escudo contra la humedad, dejan el pelo suave y, lo mejor de todo, hacen que cada rizo mantenga su forma como si acabara de salir de la peluquería. Además, no pienses que un aceite capilar es solo para los días de crisis. Estos pequeños aliados son el truco definitivo para transformar tu rutina capilar. Con unas pocas gotas puedes decirle adiós al frizz, presumir de rizos hidratados y definidos Con el frío, el viento y la calefacción atacando constantemente tu pelo, un buen aceite capilar no solo hidratará y protegerá, sino que también actuará como un escudo frente a la humedad, evitando que el frizz arruine tu look. Ahora que sabes que este puede ser el producto que marque un antes y un después en tu melena, te presento los aceites capilares que necesitas en tu vida.
Aceite capilar para suavidad y brillo, de Moroccanoil (49,20 euros)
Un clásico que desde que probé hace años no he dejado de usar. Este aceite, enriquecido con aceite de argán, es perfecto para hidratar profundamente y domar los rizos más rebeldes. Su textura ligera evita que el pelo quede apelmazado, mientras que su aroma característico hace que cada aplicación sea un lujo sensorial. Ideal para quienes buscan definición y brillo con un toque profesional.
Honey infused hair oil, de Gisou (22,99 euros)
Este aceite es un regalo para quienes buscan un acabado más natural. Enriquecido con miel, nutre el cabello en profundidad y proporciona una hidratación duradera. Además, su envase con gotero permite aplicar la cantidad justa, evitando desperdicios. Perfecto para darle a tus rizos esa definición que tanto buscas.
N.º 7 bonding oil, de Olaplex (29,50 euros)
Si tu cabello necesita reparación además de hidratación, este aceite es tu mejor opción. Su fórmula está diseñada para reconstruir los enlaces capilares rotos, haciendo que tu melena no solo luzca mejor, sino que esté más fuerte y saludable. Perfecto para cabellos rizados u ondulados que sufren daños por calor o coloración.
Aceite capilar, de Ouai (31,99 euros)
El aliado multitasking que todas necesitamos. Este aceite no solo controla el encrespamiento, sino que también protege contra el calor y los rayos uv. Su fórmula ligera es ideal para rizos finos o medianos que necesitan hidratación sin peso adicional. Además, su aroma floral te hará sentir como si acabases de salir de un spa.
Aceite huile sublime repair, de Kérastase (52,90 euros)
Diseñado específicamente para cabellos rizados, este aceite combina el poder nutritivo del aceite de manuka con ceramidas para definir y fortalecer tus rizos. Es perfecto para quienes buscan un cuidado intensivo sin sacrificar ligereza y movimiento.
Estos aceites capilares son mucho más que un producto de styling; son un tratamiento completo para mantener tu pelo rizado u ondulado hidratado, brillante y libre de frizz durante todo el invierno. Ahora no tienes excusa para no presumir de rizos definidos y saludables, incluso en los días más fríos y húmedos.