La presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) del BRICS, Dilma Rousseff, ha propuesto oficialmente al presidente electo de Uruguay, Yamandú Orsi, la inclusión del país en esta institución financiera internacional. Este ofrecimiento podría marcar un punto de inflexión significativo en las relaciones internacionales de Uruguay, ya que el NBD busca ofrecer alternativas a las instituciones tradicionales de financiamiento global.
Uruguay ya fue aprobado como miembro del NBD por la Junta de Gobernadores del bloque en 2021, aunque su integración no se formalizó debido a los procedimientos internos bajo el gobierno de Luis Lacalle Pou. Rousseff resaltó la importancia estratégica de contar con la presencia uruguaya en el banco, lo que podría abrir nuevas oportunidades de colaboración y desarrollo en la región.
La incorporación de Uruguay al NBD representa una oportunidad para diversificar sus relaciones internacionales y fortalecer vínculos con otras naciones emergentes que componen el grupo BRICS, que incluye a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, así como a nuevos miembros como Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Argelia. Rousseff subrayó que, tras la reunión con Orsi, se deben completar los procesos de aprobación necesarios a nivel institucional para formalizar la adhesión.
La ministra de Economía y Finanzas de Uruguay, Azucena Arbeleche, ya había anticipado en septiembre de 2021 que la participación de Uruguay en el NBD significaría “una gran oportunidad de cooperación”. Se espera que esta inclusión facilite el acceso a financiamiento para proyectos de desarrollo prioritarios en el país, en un contexto donde el acceso a capital sigue siendo un tema crucial para el crecimiento económico.
El NBD fue establecido como una alternativa a las organizaciones financieras tradicionales, con el objetivo de financiar proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible en los países miembros. Desde su fundación, ha buscado proporcionar un espacio donde los países en desarrollo puedan acceder a recursos financieros sin depender de los términos a menudo restrictivos del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
El NBD fue creado en 2013 durante la Quinta Cumbre del BRICS, y desde entonces ha crecido en número de miembros y capacidad de financiamiento. Con su sede central en Shanghái, China, el banco ha sido diseñado para mitigar los efectos de las crisis financieras y fomentar el desarrollo a través de financiamiento centrado en las necesidades de sus miembros.
La eventual inclusión de Uruguay en este bloque podría resultar en un incremento de la inversión en áreas estratégicas como infraestructura, energía y tecnología. Esto es especialmente relevante dado el contexto global actual, donde los países buscan diversificar sus fuentes de financiamiento en un mundo cada vez más interconectado.
Con la invitación de Rousseff, Uruguay podría iniciar un nuevo capítulo en sus relaciones internacionales, permitiendo no solo un acceso más favorable a recursos financieros, sino también la posibilidad de participar en un diálogo constructivo sobre desarrollo y cooperación con otras naciones del BRICS. La firma de acuerdos y la participación en proyectos conjuntos son solo algunas de las ventajas que podrían derivarse de esta alianza.