Ahora que las relaciones institucionales entre Sevilla y Betis no andan en su mejor momento, los aficionados siguen demostrando estar muy por encima de algunas rencillas huecas que no conducen a nada dentro de la convivencia y la eterna rivalidad bien entendida. Pique, siempre, al igual que el respeto al vecino. Merecía la pena, en este sentido, contar este domingo la historia de Andrés García que nos llega a través del periodista Dani Pinilla. Andrés vive en la residencia Regina Mundi, que acoge a personas sin recursos de ningún tipo y en muchos casos con enfermedades bastante complicadas. Andrés, de 50 años, lucha cada día con la suya pero nunca pierde la sonrisa, Es «ultrabético» , como lo define su gente más cercana. Sigue toda la información de su equipo al dedillo, sin perderse detalle alguno sobre el equipo de las trece barras. Entre sus pasiones también está la de escribir cartas . La última es para... Jesús Navas , leyenda en el otro equipo de la ciudad, el Sevilla FC , y que se despide este lunes de su afición en el Sánchez-Pizjuán. El contenido de la misiva es un ejemplo de vida, de convivencia, de respeto... en definitiva, de valores . Ésta es la carta de un buen bético al mejor jugador (y persona) de la historia del Sevilla FC: Pero queda tu legado Jesús Navas González, yo soy bético, pero si no miro el color de tu camiseta te imagino en la selección y por eso tengo que alabar tu forma de jugar. En el fútbol has pasado momentos complicados por tus depresiones y eso te ha afectado cuando te tenías que ir de viaje y apartarte de tus seres queridos. Creo que eso es lo que más te afectaba, apartarte de los que más querías y de los que más vas a seguir queriendo toda tu vida. Jesús Navas González, ejemplo de nobleza y sencillez; tanto es así que hasta el Benito Villamarín se te puso en pie. ¿Qué te queda ya por hacer? ¿qué te queda por engrandecer? Yo sé lo que es, es hacer todavía más grande el amor que sientes por tus hijos y tu mujer, y ahora tienes otro revés, la dichosa cadera que se vuelve en contra tuya, teniendo que vivir contigo. Vas a tener que inventar un partido ficticio entre tú y tu cadera que seguro que por tu constancia ganas tú. Fíjate qué dato: hace poco comentaste que la ultima vez que fuiste al Mundial de fútbol, te fuiste lesionado. Pues hasta eso fuiste capaz de vencer para seguir con tu pasión; defender a la que es y será tu selección. A través de ti la selección ganó batallas; la batalla de no rendirse, igual que lo haces tú. Pero eso, lo haces tú en tu vida vida personal. Parece fácil, pero no. Sabemos lo que es tener la sensación que tú tienes. Qué malo tiene que ser querer jugar con tus hijos y no poder. Pero si me permites, ahí llevas un consejo. Cuando te pase eso, agárrate a la fe y mira la cara de tus hijos que siempre te van a querer, porque no te van a ver como un futbolista, te van a ver como el padre que eres. Porque la etapa de futbolista se termina agotando, pero la etapa de padre, en tu corazón, siempre va volando, pasen los años que pasen. Don Jesús Navas González, te vas a sentir respetado cuando pises los estadios aunque no pises más el mío. Mi afición también te respeta, porque si algo tenemos los béticos es que sabemos ver la excelencia, y tu eres excelente, no solo como futbolista, que también, sino como algo que es más importante que todo lo anterior, como persona. No me gustaría que tu cuerpo te venciera, al contrario, me gustaría que tú vencieras a tu cuerpo. ¿Qué cómo se hace eso? Pues haciéndote más fuerte que tu dolor, haciéndote más fuerte que tu cadera. Tienes que hacerte más fuerte en el amor que le tienes a tu vida. Suerte en lo que te venga a partir de ahora. Sólo te deseo que lo vivas con intensidad, que lo vivas como una oportunidad para abrir otra puerta, para amar más. Y cuando digo que ames más, me refiero a que ames la luz de tus ojos y que no dejen de brillar. Adiós campeón, adiós tío grande. Sigue abriendo puertas de esa forma.
