El año 2024 ha sido el del despegue de los contadores de agua inteligentes o 3.0 en la Comunidad de Madrid. El plan de implantación que comenzó en 2022 ha tomado velocidad de crucero en los últimos 12 meses y ya se han superado los 600.000 terminales de este tipo instalados por el Canal de Isabel II. La empresa pública ya ha acreditado con estadísticas las bondades de estos equipos que gracias a la tecnología con la que están dotados hacen mediciones automáticas cada hora y permiten transmitir diariamente, y de forma remota, un volumen de información muy detallado sobre el servicio que multiplica hasta por 1.460 veces los datos que puede registrar un dispositivo tradicional.
Este nivel de detalle permite una detección remota de patrones de consumos anómalos como puede ser el uso continuado durante horas del suministro de agua- lo que se traduce en avisos a los titulares de los contratos. «Desde que comenzaron a funcionar, en julio de 2023, se han notificado a más de 29.000 usuarios posibles fugas en sus instalaciones particulares», trasladaron recientemente desde el Ejecutivo regional.
Los datos facilitados por la Consejería de Medio Ambiente apuntan a que los contadores inteligentes han logrado un ahorro de más de 4,3 hectómetros cúbicos de agua, una cantidad que se puede equiparar al consumo anual que tiene una ciudad como Coslada, que cuenta con más de 80.000 habitantes.
Ese volumen de agua ahorrada irá aumentando progresivamente en los próximos meses porque la Comunidad va a continuar con la extensión de los telecontadores en 2025. Si en 2024 se han instalado 348.562 equipos para superar la barrera de 600.000, en el año que está a punto de comenzar se espera que la cifra de hogares se acerque mucho o incluso supere el millón, porque en el ánimo del Gobierno autonómico está llegar a todos los hogares de la región en 2026.
Este propósito se traducirá en la instalación de 1,6 millones de equipos, lo que requerirá una inversión de unos 150 millones por el Canal de Isabel II que se sufragarán con cargos a fondos europeos. Porque el cambio de un contador tradicional a uno con telelectura no tiene ningún coste para los titulares de los contratos de suministro de agua, que tampoco tienen que hacer trámite alguno para renovar los equipos. Es Canal quien va marcando los tiempos de instalación y los municipios y barrios de la Comunidad de Madrid a los que va llevando los nuevos dispositivos.