Un acalorado debate sobre la política migratoria expuso una creciente grieta entre los partidarios de Donald Trump –incluido el asesor multimillonario Elon Musk– y su base antiinmigratoria, anticipando las demandas contradictorias que enfrenta el presidente electo de Estados Unidos sobre su tema político emblemático.
Las plataformas de redes sociales, incluida X de Elon Musk, estuvieron en llamas durante la semana de vacaciones, mientras los ejecutivos de tecnología que habían apoyado la campaña de Trump expresaron su deseo de aumentar la cantidad de visas de alta calificación disponibles para trabajadores extranjeros.
El propio presidente electo se mantuvo al margen de la contienda, dispuesto a dejar que sus partidarios intercambiaran críticas. Pero la disputa subrayó una tensión central entre la base populista de Trump y sus patrocinadores corporativos que probablemente saldrá a la superficie durante su segundo mandato, más allá de la migración y las luchas por los impuestos, el comercio y el gasto público.
La controversia sobre la migración se originó después de que Laura Loomer, una activista de extrema derecha con vínculos de larga data con el presidente electo, criticara su decisión de nombrar al inversor nacido en India, Sriram Krishnan, como asesor principal de políticas sobre inteligencia artificial.
Loomer criticó los comentarios anteriores de Krishnan en los que abogaba por un mayor acceso a tarjetas verdes y visas para trabajadores calificados, y calificó la iniciativa como antitética al esfuerzo de Trump de “Estados Unidos primero”.
Esto provocó la oposición de Elon Musk y Vivek Ramaswamy, a quienes Trump ha designado para dirigir un panel de eficiencia gubernamental. Ambos argumentaron que las empresas estadounidenses necesitaban contratar a los mejores talentos de todo el mundo para seguir siendo competitivas.
“Hay una escasez permanente de talentos excelentes en ingeniería. Es el factor limitante fundamental en Silicon Valley”, escribió Musk en X, quien utilizó una visa H-1B para trabajadores altamente calificados para trabajar en los Estados Unidos. Luego comparó a los ingenieros con estrellas extranjeras de la NBA como el francés Victor Wembanyama y el serbio Nikola Jokić.
La portavoz de Trump, Karoline Leavitt, emitió un comunicado diciendo que la oferta “sólo se aplicaría a los graduados universitarios más minuciosamente examinados que nunca rebajarían los salarios ni a los trabajadores estadounidenses”.
Un portavoz de la transición de Trump señaló una publicación en X del asesor de Trump, Stephen Miller, que destacaba los logros culturales y tecnológicos estadounidenses del pasado en respuesta a una solicitud de comentarios sobre la controversia actual.
Aun así, el episodio subrayó la maleabilidad de Trump en cuestiones políticas específicas y los incentivos para que sus partidarios lo presionen públicamente en materia de política migratoria.
En las redes sociales, aliados como Sacks (a quien Trump ha elegido para ser su zar de la inteligencia artificial y las criptomonedas) buscaron evitar la controversia y proteger a Krishnan. “Estos ataques se han vuelto burdos y no tienen espíritu navideño”, escribió Sacks .
