Dos altos ministros del gabinete canadiense volaron a Florida para exponer ante el equipo del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que la frontera norte es segura y que no serán necesarios aranceles.
El Ministro de Finanzas de Canadá, Dominic LeBlanc, y la Ministra de Asuntos Exteriores, Melanie Joly, se reunieron con Howard Lutnick, elegido por Trump para secretario de Comercio, y con Doug Burgum, su propuesto secretario del Interior.
Es la segunda misión canadiense de alto nivel al resort Mar-a-Lago de Trump en el último mes, después de que el primer ministro Justin Trudeau se reuniera con el líder entrante a fines de noviembre.
Los ministros canadienses “tuvieron una reunión positiva y productiva” y “reiteraron el compromiso compartido de fortalecer la seguridad fronteriza, así como combatir los daños causados por el fentanilo”, según el portavoz de LeBlanc.
“Durante sus conversaciones, Lutnick y Burgum tomaron nota de las actualizaciones proporcionadas por ambos ministros y acordaron transmitir información al presidente Trump”, dijo Jean-Sébastien Comeau en un comunicado.
LeBlanc dio a conocer este mes un plan de seguridad fronteriza que pretende mitigar las preocupaciones de Trump sobre los migrantes y el fentanilo que cruzan la frontera.
La propuesta canadiense, valorada en mil 300 millones de dólares canadienses (902 millones de dólares), incluye un “grupo de trabajo de inteligencia aérea” compuesto por helicópteros, drones y torres de vigilancia móviles, así como un mayor enfoque en la lucha contra el blanqueo de dinero y su castigo.
Trump ha prometido imponer aranceles del 25 por ciento a todas las importaciones canadienses si no se toman más medidas para asegurar la frontera.
El presidente electo ha incluido a Canadá y México en el mismo grupo en sus preocupaciones sobre la seguridad, aunque las estadísticas reportadas por el gobierno de Estados Unidos muestran que el flujo de drogas y migrantes indocumentados en la frontera norte es una fracción minúscula del volumen en la frontera sur.
Aun así, el gobierno de Trudeau ha hecho esfuerzos para demostrar que toma en serio las preocupaciones de Trump, y hay algunas señales positivas.
“La conversación que tengo en Canadá no podría haber sido mejor”, dijo Tom Homan, el elegido por Trump para supervisar la seguridad fronteriza, en una entrevista el 19 de diciembre en CTV de Canadá.
“Por supuesto que hay que tomar medidas, pero soy muy optimista a partir de la conversación que tuve de que vamos a elaborar un buen plan de seguridad fronteriza”, dijo Homan a la cadena de televisión.
La respuesta de Trudeau a la amenaza arancelaria de Trump se ha complicado por el caos en su gobierno. Chrystia Freeland, quien había sido ministra de Finanzas de Canadá desde 2020, renunció repentinamente el 16 de diciembre después de que Trudeau le dijera que planeaba trasladarla a un puesto diferente en el gabinete.
En su carta de renuncia, Freeland criticó indirectamente a Trudeau por estar demasiado centrado en “trucos políticos” en lugar de ahorrar margen fiscal para ayudar a la economía en una posible guerra arancelaria con Trump.
Freeland había sido la persona clave de Canadá en materia de comercio durante el primer mandato de Trump, cuando se renegoció el pacto de libre comercio de América del Norte, y se esperaba que también esta vez desempeñara un papel destacado en la respuesta de Canadá a las discusiones comerciales. LeBlanc fue nombrado ministro de Finanzas después de su renuncia y parece probable que ocupe ese puesto.
Mientras tanto, Trudeau ha desaparecido en gran medida de la vista pública desde la renuncia de Freeland y se dice que está considerando su futuro político durante las vacaciones.
