La reciente reapertura de la catedral de Notre-Dame en París dejó algunas imágenes icónicas para la historia. En Italia, sin embargo, la instantánea que más interés despertó fue la de la primera ministra, Giorgia Meloni, conversando animadamente con el recién elegido presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su mano derecha, el empresario Elon Musk.
“Fue una agradable oportunidad para dialogar”, dijo Meloni publicando en sus redes sociales algunas fotografías de la cena en el Elíseo ofrecida por el presidente francés, Emmanuel Macron, a los jefes de Estado y de Gobierno presentes en París para participar en la inauguración de la catedral.
Dos años después de convertirse en la primera mujer en liderar un gobierno en Italia, Meloni parece afianzar su influencia más allá de las fronteras transalpinas y, para sorpresa de muchos, podría convertirse en una pieza clave de la relación entre la nueva administración de la Casa Blanca y Europa.
“Italia tiene la rara oportunidad de tener una relación especial con Estados Unidos, nuestro segundo mayor mercado comercial”, dijo en declaraciones a la prensa italiana Andrea Stroppa, colaborador de Musk. El portavoz en Italia del fundador de Tesla aseguró que el encuentro entre la primera ministra y el presidente electo de Estados Unidos “fue la única reunión en agenda” de Trump en París, lo que demuestra la cercanía entre ambos mandatarios. Una relación favorecida por Musk.
Meloni y Musk se han reunido varias veces desde que la primera ministra llegó al poder en 2022, con el objetivo de atraer inversiones en Italia. Una amistad que cristalizó en 2023 cuando el excéntrico empresario se convirtió en el protagonista de 'Atreju', la convención política anual de Hermanos de Italia, el partido que lidera Meloni. Desde entonces, Musk no ha evitado elogiar a la mandataria italiana, opinar sobre sus políticas o incluso atacar desde las redes sociales a los jueces que cuestionan la viabilidad de los centros de deportación de inmigrantes en Albania. Unas críticas que fueron interpretadas por la oposición como una grave injerencia política.
La relación es tan estrecha que ambos han tenido que desmentir que entre los dos exista un romance, sobre todo después de que el empresario elogiara la belleza de la primera ministra italiana durante una entrega de premios en Nueva York.
A pesar de las críticas, Meloni defiende su amistad con el multimillonario y asegura que nunca se dejará influenciar por él. “Puedo ser amiga de Elon Musk y al mismo tiempo la cabeza del primer gobierno italiano que hizo una nueva ley para regular la actividad privada en el espacio”, dijo recientemente. “Tengo relaciones con muchas personas, pero no recibo órdenes de nadie”, añadió.
La amistad entre Meloni y el fundador de SpaceX, que se ha convertido en un fiel consejo de Donald Trump, representa una oportunidad para la mandataria italiana, que podría ser la única líder europea en tener acceso directo con el nuevo inquilino de la Casa Blanca. Al menos, hasta que la luna de miel entre el presidente electo de Estados Unidos y el empresario se mantenga.
En cualquier caso, Meloni no es ninguna desconocida para Trump. Antes de Musk, el antiguo ideólogo del presidente estadounidense, Steve Bannon, ya puso sus ojos en ella con la esperanza de que se convirtiera en la gran líder ultra conservadora de Europa. Sin embargo, con su llegada al poder en 2022, la relación entre ambos se enfrió y recientemente Bannon confesó su decepción con la italiana por su aparente giro moderado.
“Creo que la relación entre Trump y Meloni será la más importante en las relaciones transatlánticas”, apuntó James Carafano, una de las voces más autorizadas de la organización conservadora Heritage Foundation, a la agencia italiana AdnKronos. “Trump se beneficiará de una voz conservadora fuerte y sólida en Europa con la que decidir propuestas y estrategias, mientras que Meloni es una líder europea que puede crear unidad entre las personas para obtener resultados concretos”, añadió el analista.
Los dos líderes, aunque comparten ciertas batallas políticas e ideológicas, no están alineados en algunas de las cuestiones más urgentes que Trump deberá afrontar cuando tome posesión de su cargo. Entre ellas, el apoyo a Ucrania.
El presidente electo de Estados Unidos insinuó recientemente que podría revertir la decisión de su predecesor de permitir a las fuerzas ucranianas usar armas estadounidenses de largo alcance para atacar en territorio ruso, mientras que Meloni, que se ha reunido varias veces con el presidente Volodimir Zelenski desde la invasión rusa, reivindicó el apoyo a Kyiv. “El fin de la guerra en Ucrania y la construcción de una paz justa, integral y duradera, basada en los valores de la Carta de Naciones Unidas, siguen siendo objetivos e intereses de Italia”.
