Las capacidades de los niños siempre están en el foco de atención por parte de los padres. Es importante conocerlas para poder ayudarles en su formación y crecimiento. Para hacerlo hay varias pruebas en España. Una de ellas es el Sistema de Evaluación de Niños y Adolescentes (SENA). Según explican en su propia página web, es un instrumento dirigido a la detección de un amplio espectro de problemas emocionales y de conducta desde los 3 hasta los 18 años. Estas pruebas deben realizarlas experto como psicólogos, neuropsicólogos o psicopedagogos y sin ellas no se puede afirmar que un niño o adolescente es superdotado o que no lo es.
Según el Informe Nacional sobre la educación de los superdotados 2024, solo están identificados el 0,62% de los niños superdotados. Solo hay identificados 51.396 alumnos de altas capacidades, de los 8.322.694 alumnos en total escolarizados en nuestro país en enseñanzas no universitarias. Explican que el 2% de los alumnos son superdotados y que al menos un 10% tienen altas capacidades intelectuales, esto supone que 110.000 estudiantes superdotados y más de 600.000 alumnos con altas capacidades están escolarizados y no están recibiendo apoyo educativo específico.
Como se menciona anteriormente, no se puede afirmar que un niño tiene altas capacidades sin realizar las pruebas pertinentes, pero, según distintos expertos hay varios rasgos y comportamientos que se relacionan directamente con estas capacidades.
La legislación española considera a los niños de altas capacidades como alumnos con 'Necesidad Específica de Apoyo Educativo'. Al estar transferidas las competencias en materia educativa a las CCAA, son las Consejerías de Educación las encargadas de la identificación y atención de estos alumnos, a través de los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica (EOEP) y los colegios. Por este motivo, no existe un protocolo común de identificación y atención en España.