El santoral, también conocido como calendario litúrgico, es un libro religioso que contiene la lista de los santos reconocidos por la Iglesia Católica y que se celebra cada día del año. Más allá de una simple lista de nombres, el santoral representa un viaje fascinante a través de la fe, la historia y la cultura cristiana.
La Iglesia considera a los Santos Inocentes como los primeros mártires cristianos porque murieron "en lugar de Cristo". Aunque no lo conocían ni profesaban fe en Él, su sacrificio está vinculado al propósito divino de salvar al mundo.
En el Evangelio de San Mateo se cuenta como los Reyes Magos a Jerusalén desde Oriente hasta Jerusalén guiados por una estrella para encontrarse con el “rey de reyes” que acababa de nacer. Cuando estos hombres se presentaron ante el gobernador de Judea Herodes I el Grande, este les pidió que, si encontraban a ese niño, regresaran para contarle dónde estaba.
Herodes, viendo que estos viajeros no regresaban y temiendo perder su poder, mandó a un ejército hasta Belén para asesinar a cualquier niño menor de dos años. El 28 de diciembre se fijó como fecha para rendir homenaje a todos aquellos niños inocentes que murieron por la tiranía de este títere del Imperio Romano que buscaba acabar con Jesucristo.
El santoral católico es una meticulosa recopilación que aglutina los nombres de los santos y beatos que la Iglesia Católica conmemora oficialmente en fechas específicas a lo largo del año. Cada jornada del calendario litúrgico se vincula con uno o varios de estos personajes sagrados, quienes son evocados durante las misas y constituyen el objeto de las oraciones de los fieles.
Esta venerada tradición de celebrar y honrar la vida de los santos se arraiga en los albores mismos del cristianismo. En este periodo, comenzó la veneración a los mártires y a otros individuos que sobresalieron como ejemplos a seguir por su modo de vida y su testimonio de fe.
Estas conmemoraciones trascienden la mera rememoración. Constituyen momentos de introspección y conexión con los principios y valores que estos personajes personifican. Los santos y beatos, con sus vidas y sus acciones, nos ilustran cómo mantenernos fieles a nuestros principios, incluso en periodos de persecución y adversidad. Nos educan, a través de sus vivencias, que siempre es posible hallar la fortaleza para mantenernos leales a nuestras convicciones.
Además, el santoral puede ser una valiosa herramienta para profundizar en la historia de la Iglesia y del cristianismo, así como para hallar inspiración en la vida y las enseñanzas de los santos. Al entablar una conexión con estas figuras históricas, los fieles pueden descubrir guía y fortaleza para sus propias vidas, al tiempo que rinden homenaje al legado de estos individuos ejemplares.