La búsqueda de viviendaen una urbe como Ciudad de México se ha vuelto un desafío, debido a que los precios para rentar o comprar se han disparado ante la poca oferta habitacional.La falta de terrenos adecuados para construir nuevos desarrollos, los altos costos de los materiales por los niveles de inflación, la pandemia y trabas administrativas, afianzaron esta problemática, afirman expertos.En entrevista con MILENIO, Jorge Combe, cofundador de DD360 y Monopolio.com.mx, declaró que históricamente en Ciudad de México se construían en promedio unas 25 mil viviendas nuevas al año, prácticamente verticales por falta de suelo. Sin embargo, en los últimos tres o cuatro años se redujeron a 10 mil unidades, es decir, 60 por ciento menos.“Los principales factores tienen que ver, primero, con la inflación de los materiales de construcción; dos, el covid que alentó (la construcción); tres, tuvimos un gobierno (...), en un principio opuesto o beligerante contra los contra los desarrolladores”, expresó.Para Bernardo Cordero, cofundador de Cloud.com, en el mercado de la vivienda cada segmento tiene retos, pero en esta ciudad, principalmente, en el segmento medio se observa “una gran demanda”, pero baja oferta.“Cualquier propiedad en el segmento medio de 3 millones o 4 millones de pesos hacia abajo (o más barata), tiene mucho movimiento y mucha demanda, pero vemos un segmento alto, arriba de esos 4 millones de pesos que sigue siendo un poco más lento de lo que a nosotros nos hubiera gustado ver en 2024”, consideró Cordero.Para este año, afirma Combe, se mantendrá una tendencia de 10 mil viviendas nuevas en toda el área metropolitana que abarca Ciudad de México y el Estado de México. “Realmente la formación de nuevos hogares en Ciudad de México que tenemos son de 70 mil, entonces traemos un déficit de vivienda bestial, mucho de esto se está cerrando a través de vivienda de uso secundario, es decir, las casas viejas o departamentos viejos”, refirió.Lo anterior, aunado al efecto de la autoconstrucción, incluso arriba le construyen un tercer piso.Bernardo Cordero, cofundador de Cloud.com, coincidió en que en urbes como Ciudad de México, en donde ha habido poca construcción de vivienda nueva, toma cada vez más relevancia la vivienda existente para rentar o comprar, por lo que el negocio de remodelación también resulta beneficiado.“Esa vivienda cada vez más necesita una remodelación para que la gente la pueda disfrutar de la manera que quiere. Al haber menos desarrollo pensamos que esa parte remodelar la vivienda existente va a ser más importante”, aseguró.GAP Inmobiliario: oferta vs demandaJorge Combe afirma que la vivienda de uso secundario va a cerrar un poco el GAP de vivienda, que actualmente es de 50 mil a 60 mil, es decir, existen 10 mil personas o familias que no logran cubrir sus necesidades debido a la falta de oferta habitacional.“En vez de que haya menos GAP de vivienda (éste) se está acrecentando (...), en especial para los que tiene que ver con vivienda de menos de 2 millones y medio de pesos”, refirió Combe.Vivienda económica, la apuesta de SheinbaumEl gobierno de Claudia Sheinbaum anunció la construcción de un millón de viviendas a nivel nacional a cargo del Instituto del Fondo Nacional de Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), con 500 mil viviendas, y de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), con otras 500 mil. No obstante, los expertos afirman que esta hazaña representa retos importantes.“El sector que está el gobierno ahorita tratando de impulsar es el sector que está en la vivienda social y económica para las zonas urbanas, es la vivienda social y económica que está por debajo de un millón y medio a 2 millones de pesos”, manifestó Combe.Consideró que si las intenciones vienen de la mano de trámites ágiles y de que no haya tantas instancias de gobierno podría ser algo “muy positivo”. No obstante, aseguró que "la vivienda de este precio es un producto sumamente difícil de coordinar para tenerlo en tiempo y forma”.Combe recordó que en la primera parte del sexenio de Claudia Sheinbaum, quien fue jefa de Gobierno de Ciudad de México de 2018 a 2023, se mostró “resistente” a que se hicieran nuevos desarrollos de vivienda, pero la segunda mitad ocurrió al revés, debido a que se intentó dar apoyos y facilidades para que hubiera más desarrollos. “En 2019 cerraron el 100 por ciento de las obras, argumentando que todos los desarrolladores eran corruptos. Y terminó cambiando cuando vio que los que estaban realmente afuera eran más bien albañiles y electricistas”, expresó Combe, añadiendo que pese a esto “el daño ya estaba hecho”.El cofundador de Cloud.com considera que hacia 2025 la industria de la construcción en el segmento bajo, empezará a repuntar o tendrá un mayor dinamismo, por todo lo que está anunciando el nuevo gobierno. Sin embargo, lo interesante será “ver cómo se van implementando algunas de reformas para ver cómo resulta”.Según información del gobierno federal, para la construcción de espacios habitacionales más económicos en México se requiere de unareforma a la Ley del Infonavit, lo que permitirá "erradicar la corrupción, asegurar que el uso de recursos de los trabajadores sea transparente y generar un esquema en la que también participen los desarrolladores privados.MRA
