Aunque la presentadora de televisión Sonsoles Ónega puede decir que profesionalmente su 2024 ha sido un año bueno, en ese aspecto los últimos meses también le han jugado malas pasadas. Antes de dar la bienvenida al 2025, el rostro de las tardes de Antena 3 hacía una evaluación de su presente y su pasado más reciente para 'La Razón' y no pudo ocultar que para ella el año ha tenido cosas negativas. «Ha sido un año horroroso. He estado al filo del agotamiento. He notado que me he cansado mucho porque la cabeza también necesita sus momentos de evasión. He tenido ocupados hasta los fines de semana », comentaba. Está muy agradecida a su programa, pero la exigencia que requiere, cómo le afecta a nivel personal y la «sensación de ir siempre a toda velocidad» hace que reflexione y preste más atención a su salud cuando más estrés padece sumado a la enfermedad que le diagnosticaron hace algunos años y que ha desvelado ahora. Hace una semana, la presentadora acudía como embajadora del IX Brindis Solidario de Bodegas Protos y en una entrevista para '¡Hola!' confesaba que padece una malformación genética que afecta estructuralmente a su corazón. Sonsoles no suele hablar de su vida privada en los medios de comunicación, pero a veces rompe su máxima y reflexiva no tiene reparo en contar cómo está sentimentalmente en el momento en el que más enamorada está de su novio Juan, y cuál es su estado de salud. Así, se sinceraba para la revista y revelaba que su problema del corazón hasta ahora desconocido le obliga a ir al hospital una vez al mes para evitar y prevenir que sufra complicaciones. Hace casi una década, cuando ella tenía 38 años, en una revisión médica rutinaria los médicos le detectaron que tenía una válvula bicúspide, una condición que dilata excesivamente la aorta. Esta cardiopatía congénita es más común de lo que parece en la población, pero los graves problemas que puede provocar hace que requiera un cuidado anual. «Cada año me tengo que medir la aorta por si hay una dilatación excesiva. Aunque sería una muerte muy dulce, porque te caes, te da un parraque y te mueres ahí en el momento», aseguraba poniéndose en lo peor pero tratando de restarle importancia a su enfermedad. «Soy muy consciente de la necesidad de revisar. En mi familia somos muy hipocondriacos, y eso también ayuda a que nos revisemos mucho. Es lo que hay que hacer, especialmente las mujeres, que a veces nos olvidamos de nuestras propias revisiones», quiso añadir en su entrevista . Este no es el único obstáculo de salud al que se ha enfrentado la presentadora este año. Como revelaba hace algunos meses a 'Pronto', ser exigente ha conducido a que los médicos le diagnostiquen que su cansancio es serio. «Este año he descubierto que mi resistencia tiene límite y he llegado a padecer el agotamiento crónico», reconocía quien también era consciente de que lo más «valioso es tener salud para ir con todo». Ahora, Ónega vive una de sus navidades más bonitas rodeada de su familia, sus hijos y su pareja, con quien ha pasado las fiestas integrado como uno más en los Ónega. Para el año que viene, la periodista también ha reconocido que sólo pide poder tener tiempo para cuidarse y escucharse más y dejar de fumar.
