En numerosas ocasiones las marcas recurren a los diseños de sus modelos más icónicos para intentar un nuevo asalto al mercado. Ejemplos como Mini, Volkswagen Beetle, Fiat 500 o el reciente Renault 5 dejan claro que una mirada al pasado desde el futuro puede ser una buena idea. Precisamente para el próximo año la marca del rombo va a comercializar la nueva generación del Renault 4, convertido en coche eléctrico, y con numerosos guiños al Cuatro Latas original. Por eso vamos a repasar cómo era y cómo va a ser el nuevo coche, para conocer sus similitudes y diferencias que dejan constancia del paso del tiempo. Su hablamos del Renault 4 original, todavía son numerosas las unidades en circulación en España ya que de las factorías de Renault en nuestro país salieron 800.000 «cuatro latas» , y sobre todo en Portugal, donde su comercialización se prolongó algunos años más que en España . En total se fabricaron más de 8.000.000 de unidades a lo largo de tres décadas, destinadas a más de 100 países. Esto lo convierte en el modelo Renault más vendido en el mundo. La historia del Renault 4 comienza, tras 5 años de desarrollo y miles de kilómetros de ensayos en climas extremos, con la presentación a la prensa francesa el 28 de agosto de 1961 . El R4 reagrupaba un compendio de soluciones tecnológicas innovadoras, tanto en materia de diseño, como de modularidad, tecnología mecánica y versatilidad dinámica. En primer lugar, se trataba de una carrocería Break montada sobre un chasis tipo plataforma, muy innovador conceptualmente , basado en la excelencia de la simplicidad. Su arquitectura, con 3,6m de largo y 1,5m de alto, liberaba un gran espacio para los pasajeros y el maletero. Esto le permitía ofrecer un amplio habitáculo de 5 plazas y transportar al mismo tiempo un gran volumen de carga de hasta 480 litros. Por añadidura, el asiento trasero era abatible de manera muy rápida y sencilla, con lo que llegaba a ofrecer hasta 1,45 m3 de espacio disponible. Gracias a la incorporación de una 5ª puerta tipo portón, con un gran ángulo de apertura, ofrecía una accesibilidad trasera excepcional , prácticamente inédita en su época, reforzando su carácter eminentemente práctico, modular y versátil. En segundo lugar, se trataba del primer modelo compacto, desde el final de la Segunda Guerra Mundial , en proponer motor y tracción delantera, a lo que sea añadía la suspensión independiente en el tren delantero, con todas las ventajas en términos de maniobrabilidad y precisión en la dirección que ello comporta, marcando la vía a futuros modelos de Renault. El R4 proponía otros adelantos mecánicos muy útiles. Por ejemplo, estaba dotado de rótulas estancas, carentes de engrase, lo que incidía en un menor coste de mantenimiento del coche . Otra solución, pionera en su segmento, fue el circuito de refrigeración cerrado y hermético, que incorporaba un líquido especial capaz de soportar las más bajas temperaturas. Ello significaba que ya no hacía falta reponer anticongelante en el líquido del circuito, operación frecuentemente inoportuna y con un coste asociado. El único mantenimiento real del coche era el cambio de aceite. Tras su lanzamiento en Francia en 1961, llegó el momento de su introducción en España a través de la puesta en marcha de su fabricación en la Factoría de Montaje de Valladolid a partir de 1963, arrancando una fecunda etapa industrial que se prolongaría hasta 1989 , en el caso del turismo R4, y hasta 1991 en el caso de su versión furgoneta. Entre ambos se ha llegado a producir en España 800.000 unidades de este modelo legendario, cerca del 10% de su producción mundial. La presentación en España del Renault 4, en su versión «L», se llevó a cabo, generando grandes expectativas, el 25 de febrero de 1964, en pleno despegue del turismo y del desarrollismo que caracterizó la sociedad y la economía de la España de los años 60. La prensa de la época destacó unánimemente su carácter polivalente y económico, y las virtudes de su suspensión «todo camino», así como su concepto innovador en términos de facilidad de acceso al habitáculo. Otro aspecto destacado fue su personalidad alegre y, especialmente, el precio, que, con 84.000 pts. de la época, se situaba claramente por debajo del umbral del segmento, que rondaba las 100.000 pesetas (unos 600 euros actuales). El modelo comercializado en España contaba con características específicas: un motor de 845cc, que desarrollaba 30 cv e instalación eléctrica de 12 voltios, y que superaba los 100 km/h ofreciendo unos consumos muy ajustados. Los medios de comunicación lo presentaron como un objeto de deseo para aquellos que querían un coche práctico, versátil y asequible. Rápidamente se popularizó la denominación cariñosa de «cuatro latas», en referencia al rótulo trasero que reflejaba las siglas «4L» . Su desarrollo comercial en el mercado español creció con rapidez, a la par que la sociedad española, durante casi tres décadas, hasta convertirse en el modelo mítico que es hoy en día. A lo largo de su historia en España, el 4L fue modernizándose y acompañando las evoluciones tecnológicas que fueron surgiendo, sin perder su personalidad original y sus virtudes conceptuales . De este modo, fue incorporando motorizaciones más modernas y eficientes, como el motor C «sierra» de 852cc y la caja de velocidades de 4 relaciones, en 1968, o, posteriormente, el motor de 1.108cc de 38cv, los frenos de disco, etc... También introdujo elementos como el techo practicable panorámico , que contribuyó a reforzar el carácter lúdico del modelo. La introducción de reglamentaciones medioambientales internacionales más exigentes, a partir de enero de 1.993, trajo como consecuencia, como sucedió con otros modelos de otras marcas, su final industrial, ya que era técnicamente inviable la introducción de los nuevos elementos de carácter obligatorio , como el catalizador. La última unidad producida del 4L salió de la cadena el 3 de diciembre de 1992, aunque en España se dejó de producir ya en 1989. Con Renault 4 E-Tech 100% eléctrico, Renault confirma su voluntad de acelerar la transición energética a escala europea, democratizando el vehículo eléctrico. La marca ofrece una gama de vehículos 100% eléctricos que cubren todas las necesidades y usos. Renault 4 E-Tech 100% eléctrico encuentra ahí su hueco, en el segmento B, justo por encima de Renault 5 E-Tech 100% eléctrico. Ligeramente más grande y espacioso que este último, se posiciona como Captur con respecto a Clio. Mientras que Renault 5 E-Tech 100% eléctrico se dirige a una clientela urbana, Renault 4 E-Tech 100% eléctrico tiene una visión más amplia y pretende acercar a todos los públicos, incluidas las familias jóvenes, a la conducción eléctrica. El Renault 4 E-Tech 100% eléctrico, fruto de la Renaulution, se suma a la gama eléctrica de Renault como el coche para múltiples necesidades. Su ambición se expresa claramente en la filosofía que rigió su diseño: responder al mayor número posible de casos de uso de clientes. Por tanto, ha sido diseñado tanto para los desplazamientos del día a día como para los paseos de fin de semana en solitario o las salidas de ocio en familia. Esta herencia proviene, por supuesto, de Renault 4. Y como su antecesor de la época, Renault 4 E-Tech 100% eléctrico mira hacia adelante y se marca un nuevo horizonte: el de permitir a todos explorar los usos de los vehículos eléctricos. Como «coche vaquero» del siglo XXI , puede hacerlo todo. Ciudades, campos, montañas y autopistas ya lo esperan con impaciencia. Como prueba de su polivalencia, Renault 4 E-Tech 100% eléctrico ofrece en primer lugar un dúo volumen del maletero/modularidad único en el segmento: 420 litros aprovechables gracias a sus formas cúbicas; umbral de carga muy accesible; ingeniosos portaobjetos; banqueta abatible; disposición de tipo tablet del asiento del pasajero (una novedad en un vehículo eléctrico Renault), etc. Y sea cual sea la ruta elegida, por caminos asfaltados o caminos algo bacheados, el confort está garantizado gracias a una distancia al suelo considerable y al avanzado sistema Extended Grip. Todas estas prestaciones unidas a su habitabilidad récord, el centro de gravedad bajo, el comportamiento en carretera, la función 'one pedal' y la autonomía de hasta 400 km han sido posibles gracias a la plataforma específica AmpR Small, única en Europa y que comparte con Renault 5 E-Tech 100% eléctrico. Con todo ello, Renault 4 E-Tech 100% eléctrico se convierte en el coche compacto perfecto para mantener la calma tanto en los atascos y como en largas distancias.