El Juzgado Penal de Hatillo dictó tres meses de prisión preventiva en contra de un hombre de apellidos Calderón Maltés, quien es el principal sospechoso de asesinar a Kilian Ramírez Madrigal, un niño de nueve años asesinado mientras dormía en Tejarcillos de Alajuelita.
El Juzgado impuso la medida cautelar por solicitud de la Fiscalía de Hatillo, la cual investiga el hecho bajo la causa 24-002011-0053-PE.
El homocidio ocurrió el 25 de diciembre, según informó el Ministerio Público. De acuerdo con las pruebas recopiladas hasta el momento, Calderón habría tenido una discusión previa con la familia de la víctima.
Posteriormente, se presume que llegó a la vivienda y disparó contra la propiedad, hiriendo al menor, quien falleció a causa de la herida.
La Cruz Roja atendió el incidente antes de las 6 a. m. No obstante, al llegar al sitio, los socorristas encontraron al niño con una herida de bala en la cabeza y sin signos vitales.
Tatiana Hidalgo, entrenadora del equipo Atlético Chorotega Fútbol Sala, describió a Kilian Ramírez como un niño tranquilo, obediente y un portero sobresaliente. En conversación con La Nación y con autorización de la madre del menor, Hidalgo relató que el pequeño llegó al equipo acompañado por su hermano mayor y un primo.
Desde su incorporación, Kilian mostró entusiasmo por el deporte y comenzó a desarrollar sus habilidades como jugador de campo. Poco después, descubrió su pasión por la portería, donde empezó a sobresalir por su desempeño.
“Era un chiquito tranquilo, bueno, responsable en los entrenamientos, muy buen portero, siempre sobresalía en la portería. Siempre muy aplicado. Él siempre quería ser titular. Era un niño muy querido por sus compañeros, todos están muy afectados”, comentó Hidalgo.
Añadió que Kilian formaba parte de la categoría U10, que reúne a menores de nueve y 10 años.
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