El clima de incertidumbre se apodera de los campus universitarios en Estados Unidos ante la inminente toma de posesión del presidente electo Donald Trump, según The Wall Street Journal (WSJ). Las instituciones educativas están aconsejando a los estudiantes internacionales que regresen antes de lo previsto de sus vacaciones de invierno, en respuesta a las promesas de nuevas restricciones migratorias.
Con más de 1,1 millones de estudiantes internacionales matriculados en el país durante el año académico 2023-24, la preocupación se intensifica. Trump ha prometido endurecer las políticas de inmigración, lo que ha llevado a muchas universidades a tomar medidas preventivas para proteger a sus estudiantes.
La Universidad de Nueva York, que alberga a más de 27.000 estudiantes internacionales, es un claro ejemplo de cómo las instituciones están reaccionando. Los estudiantes no solo se preparan para los exámenes finales, sino que también enfrentan la posibilidad de interrupciones en sus estudios debido a las nuevas políticas que podrían implementarse.
Ante la posibilidad de una nueva prohibición de viajes, algunas universidades han instado a sus estudiantes a modificar sus planes de viaje. La Universidad de Cornell, por ejemplo, recomendó a los estudiantes que regresen antes del 21 de enero o que se comuniquen con un asesor sobre sus planes de viaje. La advertencia de la universidad sugiere que una prohibición podría entrar en vigor poco después de la inauguración de Donald Trump.
La Universidad del Sur de California también ha emitido un aviso similar, instando a los estudiantes internacionales a regresar a EE. UU. una semana antes de la toma de posesión. La administración de la USC ha señalado que podrían emitirse decretos que impacten los viajes y el procesamiento de visas, lo que añade una capa de preocupación para los estudiantes extranjeros.
Las promesas de Trump de deportaciones masivas y un control ideológico más estricto sobre los inmigrantes han generado un ambiente de temor. Aunque ha prometido facilitar la obtención de tarjetas verdes para ciertos graduados, la falta de claridad sobre cómo se implementarán estas políticas ha dejado a muchos estudiantes en un estado de ansiedad.
Gabrielle Balreira Fontenelle Mota, estudiante de la Universidad de Nueva York, expresó su preocupación por los controles ideológicos que Trump ha mencionado. A pesar de no ser de un país musulmán ni de China, su inquietud refleja el sentimiento generalizado entre los estudiantes internacionales que temen ser objeto de nuevas restricciones.
Con el fin de mitigar el impacto de las políticas restrictivas, varias universidades han ofrecido recursos y orientación a sus estudiantes. La Universidad de Massachusetts Amherst ha instado a todos los estudiantes internacionales a regresar antes del inicio de la nueva administración, mientras que el Instituto Tecnológico de Massachusetts ha aconsejado evitar decisiones basadas en rumores o redes sociales.
La Universidad Northeastern, que tiene una gran población de estudiantes internacionales, recomendó regresar antes del 6 de enero para minimizar posibles interrupciones en los estudios. Harvard también ha aconsejado a sus estudiantes que planifiquen su regreso con anticipación para evitar retrasos.
La incertidumbre sobre el futuro de las políticas migratorias en EE. UU. ha llevado a muchas universidades a actuar con cautela. Las experiencias de la primera administración de Trump sirven como un recordatorio de los desafíos que podrían enfrentar los estudiantes internacionales en el futuro. La comunidad académica se mantiene alerta ante cualquier cambio que pueda afectar la movilidad y el bienestar de sus estudiantes.
