Kate Middleton ha vuelto a ser la Reina del estilo en la misa de Navidad celebrada ayer (25 de diciembre) en Sandrigham, la princesa de Gales ha vuelto a la vida pública hace unos meses y no podemos estar más contentas de verla derrochar elegancia en cada de una de sus apariciones. Desde que la vimos en el fin de semana del recuerdo con dos outfits dignos de toda una reina, Kate, fiel a su elegante y protocolario estilo va a cerrar el 2024 como una de las royals europeas mejor vestidas de la actualidad. Su estilo, impecable y cargado de detalles simbólicos, no solo respeta las estrictas normas del protocolo real, sino que también marca tendencia en el mundo de la moda.
En un año donde su salud ha sido tema de preocupación pública, verla tan sonriente y radiante ha sido un soplo de aire fresco. Con una energía renovada, Kate Middleton cierra 2024 con un look navideño que, como era de esperar, ha conquistado a críticos y seguidores por igual. En su aparición en la tradicional misa de Navidad en Sandringham, la Princesa de Gales apostó por un conjunto que combina clásicos navideños con guiños modernos, dejando claro que Alexander McQueen sigue siendo su diseñador de cabecera para las ocasiones más importantes.
El look navideño de Kate Middleton
Para la tradicional misa de Navidad en Sandringham, Kate Middleton optó por un conjunto que fusiona tradición y modernidad, reafirmando su estatus como icono de estilo.
La princesa lució un abrigo verde botella de Alexander McQueen, una de sus casas de moda predilectas. Este diseño de doble botonadura y corte entallado estiliza su figura a las mil maravillas, mientras que el tono verde profundo aporta un aire festivo y elegante, perfectamente adecuado para la ocasión. Complementando su abrigo, Kate recicló un tocado de Gina Foster que ya había llevado en el día de San Patricio hace diez años. Añadiendo un elemento de textura y de lo más en tendencia, la princesa incorporó una bufanda de tartán en tonos verdes y azules. Este estampado tradicional escocés no solo aporta calidez al conjunto, sino que también introduce un guiño festivo y cultural, aportando más cohesión si cabe a su atuendo. La mujer del Príncipe Guillermo, completó su look con botas de tacón en color negro y acabado de ante de Gianvito Rossi y un bolso de mano también en color negro de Grace Han, ambos de líneas sencillas que permiten que las piezas principales del conjunto brillen por sí solas.
En cuanto a la joyería, la princesa optó por unos pendientes colgantes en tono aguamarina de Robinson Pelham, una nueva adición a su joyero real que combinó a la perfección con su brazalete Salmander Torque de Halcyon Days también aguamarina. La guinda final del look fue un maquillaje en tonos neutros, con una sombra de ojos en verde y un labial nude, realzando su belleza natural y reflejando una imagen fresca y saludable.
