La Copa del Mundo de Londres celebrada en el imponente escenario del London International Horse Show ha sido un cierre perfecto para la temporada 2024 de Alejandro Asencio. El jinete andaluz hizo debutar a "Gaviao dos Cedros" en la Copa del Mundo. "Gaviao" es un precioso ejemplar lusitano de 13 años con el que el binomio se proclamó campeón de Andalucía y se impuso en la Copa del Rey. El viaje a Londres fue mucho más allá de la mera competición.
Jennifer Barreto es la moza de cuadra -groom- de Alejandro Asencio y ella fue la responsable del traslado del caballo desde Marbella hasta Londres. "Yo siempre empiezo desde el final. Primero miro qué día abren las cuadras en el concurso donde vamos a participar y desde ahí voy planificando hacia atrás. Hay que pensar bien qué paradas son necesarias y dejar reservadas las cuadras en las paradas planificadas", explica Jennifer.
El viaje se realiza principalmente de noche para mantener la rutina del caballo lo más parecida a la de casa. "Antes de subirlo al camión y cuando lo bajamos, me gusta que camine, aunque sean cinco minutos para que se estire un poco. Y en cada parada le intento mantener su rutina: tres tomas de pienso, paseos y mucha hidratación. Nosotros no solemos conducir más de seis horas seguidas. En las paradas nos aseguramos de que todo esté como en casa, con cuidados que le hagan sentir cómodo y tranquilo".
En Londres, ''Gaviao'' es la prioridad absoluta. "Lo primero es ver que tengamos la cuadra lista para que él entre directamente. Pasamos por el control veterinario y si las condiciones lo permiten, le damos un pequeño paseo para que estire las patas antes de instalarse en el box. El heno y el agua limpia siempre tiene que estar a disposición del caballo porque eso les ayuda a relajarse en el nuevo ambiente. Después toca notificar nuestra llegada, gestionar las acreditaciones y asegurarnos de que todos los papeles estén en orden. Tener las cosas planificadas da tranquilidad, especialmente cuando los nervios y la presión están presentes", relata Jennifer.
"El ''groom'' es una pieza fundamental. Mi trabajo es quitarle cuanto más estrés posible al jinete mejor. Así él puede centrarse en planificar sus entrenamientos y conectar con el caballo. Me encargo de todo: inscripciones, logística, certificados sanitarios, hoteles y más. Trabajar a este nivel no es para cualquiera. Todo tiene que estar perfecto, y para alguien como yo, que soy perfeccionista, es un reto que disfruto mucho", añade Jennifer.
"Los concursos son increíbles y vivirlos de primera mano es un privilegio. Con Alejandro conectamos muy bien, ya casi nos leemos la mente. Lo hace todo fácil, y junto a Helena y Alexandra, que son su mujer y su hija, me hacen sentir parte de una familia", dice Jennifer. Y sobre la experiencia en Londres, "aún estoy asimilando haber estado en un concurso tan mítico. Trabajar con un jinete como Alejandro Asencio y vivir estas experiencias junto a personas que comparten la misma pasión y ambición es algo que no cambiaría por nada", afirma.
"Lo más importante es crear un vínculo con tu caballo. Pasar tiempo con ellos, que te conozcan y confíen en ti es muy importante. En concursos con tanto ambiente, donde los caballos pueden ponerse nerviosos, esa conexión es lo que les da calma y confianza. Te conviertes en su ancla y es clave para que el caballo pueda dar su mejor versión dentro de la pista", comenta Jennifer. Detrás de un gran binomio, siempre hay un "groom" entregado que cuida al caballo, lo acompaña en los viajes lo alimenta, lo pasea, lo besa y disfruta de cada tranco que después da en pista.