El ex JEMAD José Julio Rodríguez Fernández, el teniente general retirado del Ejército de Tierra Pedro Pitarch, el general de brigada retirado Salvador Fontenla, los coroneles retirados Pedro Baños, José Antonio Crespo-Francés y Enrique Vega... todos ellos aparecían mencionados en el informe ‘Soldados de juguete: Oficiales militares y de inteligencia de la OTAN en acciones activas rusas’ que publicó el ‘think tank’ Centre for Defense Reforms.
Este informe señalaba a los supuestos “agentes de influencia” que el gobierno de Rusia, a través de sus distintos servicios de inteligencia (FSB, GRU, SVR), medios de comunicación (RT), organismos públicos, empresarios... mantiene en ocho países europeos: Francia, Alemania, Italia, Noruega, Bulgaria, Grecia, República Checa y España.
El capítulo dedicado a España despertó críticas entre los señalados, pero también entre altos mandos de las Fuerzas Armadas.
Sentó especialmente mal que pusieran en el mismo nivel a militares retirados o en la reserva que las fuentes consultadas sí veían claramente alineados con los postulados del Kremlin, con otros que simplemente expresan sus opiniones libres sobre el desarrollo de la guerra en Ucrania, pero de los que no hay indicios que sigan consignas de Rusia.
Departamento de Seguridad Nacional
Confidencial Digital ha podido comprobar que ese informe proucraniano, atribuido a un colectivo con base en Kiev dirigido por un ex asesor militar y de inteligencia de Ucrania, aparece citado en un documento reciente del Departamento de Seguridad Nacional.
Hay que recordar que el Departamento de Seguridad Nacional depende del Gabinete de la Presidencia del Gobierno. Es el órgano de asesoramiento al presidente del Gobierno en materia de Seguridad Nacional, ejerce como secretaría técnica del Consejo de Seguridad Nacional, y tiene un papel clave en gestión de situaciones de crisis. Actualmente su directora es la general de brigada del Ejército del Aire Loreto Gutiérrez Hurtado.
En los últimos años ha asumido cierto liderazgo en la lucha contra las campañas de desinformación en España. Este 2024 organizó una serie de grupos de discusión y conferencias con más de 80 expertos de diferentes ámbitos de la sociedad civil, la academia, el sector privado y la administración pública, en el marco del Foro contra las campañas de desinformación en el ámbito de la seguridad nacional.
En fechas recientes, el Departamento de Seguridad Nacional publicó un documento de 174 páginas con los resultados de las iniciativas llevadas a cabo este año que acaba por ese foro.
Desinformación a través de expertos o “influencers”
Un capítulo del informe de 2024 del Foro contra las campañas de desinformación en el ámbito de la seguridad nacional está dedicado a “Monetización y economía de la desinformación: análisis del modelo de negocio en las operaciones de desinformación digital”.
Analiza las tácticas, técnicas y procedimientos que utilizan cuatro potencias extranjeras para extender sus campañas de desinformación por el mundo: Rusia, China, Irán y Venezuela.
Estudia la utilización de webs informativas, canales de Telegram, y también destaca “el empleo de supuestos expertos, «estrellas invitadas»” según terminología del Centro Criptológico Nacional, o “influencers”.
Se trata de personas que gozan “de cierta credibilidad entre las audiencias potenciales para, de una forma directa o indirecta, alinearse con los intereses estratégicos y propagandísticos de los actores de la amenaza, por ejemplo, distribuyendo sistemáticamente las narrativas que viene difundiendo la estructura mediática, encubierta y abierta, desplegada por aquellos”.
En el informe del Departamento de Seguridad Nacional, se precisa que “estas narrativas se adaptan al contexto sociopolítico doméstico, donde la propaganda directa no es explícita, sino que se disfraza con aparentes críticas legítimas con distorsiones, aprovechando el sesgo de confirmación de la audiencia objetivo, convirtiéndose estos actores intermedios en armas de influencia maliciosa, sutil y efectiva, para debilitar el apoyo a políticas enfocadas a contrarrestar las acciones hostiles de los actores de la amenaza”.
Cita el informe del Center for Defense Reforms
En el apartado sobre Rusia se describe su estrategia como “un plan de acción muy enfocado al largo plazo para mantener sus acciones de influencia, las cuales prepara y ejecuta con un nivel medio o alto de ofuscación y un coste de infraestructura variable, ejecutando en el proceso otras operaciones inmediatas que pueden llevarse a cabo con menor necesidad de ofuscación y que incluso utiliza recursos ya establecidos en su operativa, como influencers, canales de difusión y narrativas estratégicas, medios de comunicación o sitios web apropiados, etc.”.
A continuación, el informe del Departamento de Seguridad Nacional introduce una nota al pie llamativa.
Indica que “el pasado octubre, la organización Center for Defense Reforms (2024) publicó un informe en el que exponían razonadamente, siguiendo una metodología de desarrollo propio, bajo los auspicios de la Plataforma OTAN-Ucrania para la Detección Temprana y lucha contra las Amenazas Híbridas, diferentes medios y actores que supuestamente actuaban bajo los intereses del Kremlin o estaban alineados con su estrategia de propaganda y desinformación”.
Continúa explicando sobre ese informe que “estos actores o «agentes de influencia» se les presume un nivel inherente de confianza dentro de la sociedad, al ser vistos como expertos en seguridad, defensa y relaciones internacionales, lo que les permitiría influir directa e indirectamente en la toma de decisiones”.
Por tanto, el Departamento de Seguridad Nacional decidió incluir en su informe una cita al informe sobre militares prorrusos, del que destaca que expone “razonadamente” y “siguiendo una metodología de desarrollo propio” a esos “agentes de influencia” que actúan bajo los intereses o alineados con la estrategia del gobierno de Vladímir Putin.
Con esas palabras, este órgano de Presidencia del Gobierno avala el estudio. También le da credibilidad con esa referencia a que el Center for Defense Reforms elaboró el informe “bajo los auspicios de la Plataforma OTAN-Ucrania para la Detección Temprana y lucha contra las Amenazas Híbridas”.
No menciona a ningún español
El Departamento de Seguridad Nacional y los expertos que participaron en el Foro contra las campañas de desinformación en el ámbito de la seguridad nacional no dieron el paso de mencionar en este capítulo a ninguno de los españoles -como se ha visto, varios de ellos generales retirados- que fueron señalados como “soldados de juguete” por el Center for Defense Reforms ucraniano.
De hecho, al describir la estrategia rusa de desinformación y apuntar el uso de “portavoces estratégicos”, señalan un caso de Estados Unidos: “Robert Kennedy Jr., al que se identifica en multitud de medios por su narrativa alineada con intereses de Rusia, desde temas geoestratégicos como la guerra de agresión rusa en Ucrania o la política estadounidense, hasta otras basadas en teorías de la conspiración durante la crisis de la pandemia de la Covid-19 (Kerr, 2023; Sammarco, 2024; Novelo, 2024)”.
Otras vías que utiliza Rusia para difundir su propaganda son las webs que reproducen contenidos desinformativos (el caso de Portal Kombat, que sí incluía páginas enfocadas a España), y también operaciones a través de los canales oficiales del gobierno de Rusia:
-- “Tendríamos de ejemplo las acciones llevadas a cabo por Rusia tras el inicio de la Guerra de Ucrania en 2022 y el bloqueo europeo de RT y Sputnik, que coordinó sus mensajes y narrativas sobre el conflicto a través de las cuentas oficiales en redes sociales occidentales de las embajadas y consulados en Occidente y Latinoamérica”.
Los expertos que colaboraron
El capítulo del documento sobre las iniciativas del Foro contra las campañas de desinformación en 2024 dedicado a “Monetización y economía de la desinformación” lo coordinó, por el Departamento de Seguridad Nacional, Carlos Galán Cordero, un experto en ciberinteligencia, amenazas híbridas y desinformación.
Participaron otros once expertos: David Arroyo Guardeño, Nicolás de Pedro, Pedro Gómez García, Paula González Nagore, Jesús Manuel Pérez Triana, Nicolás Marchal González, Jania Mier y Teran, Francisco Pérez Bes, Iván Portillo, Jorge Félix Tuñón Navarro y Javier Valencia Martínez de Antoñana.
De entre todos, destaca el nombre de Nicolás de Pedro. El coronel Pedro Baños, uno de los militares no en activo más señalados como prorruso, le ha acusado públicamente de trabajar para la inteligencia británica (el Secret Intelligence Service, el MI6) a través del think tank británico Institute for Statecraft, y todo con el CNI haciendo la vista gorda (según Baños).
El gobierno de Rusia prohibió hace unos meses a Nicolás de Pedro la entrada en su territorio. Anonymous le acusó de coordinar la campaña que frustró la candidatura de Baños a director del Departamento de Seguridad Nacional: Pedro Sánchez pensó en él cuando llegó a La Moncloa en 2018.
También participó Jesús Manuel Pérez Triana, conocido por participar en medios de comunicación para comentar cuestiones sobre la guerra de Ucrania y otros conflictos bélicos. En Twitter se define como “orgulloso miembro de NAFO”, un movimiento humorístico para contrarrestar con memes la propaganda rusa. Precisamente los “nafo” y Pedro Baños suelen enzarzarse en discusiones y peleas en Twitter.
En este capítulo del informe colaboraron también el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, y la Policía Nacional, concretamente la Comisaría General de Información, unidad dedicada a vigilar desde el terrorismo hasta ciertas amenazas exteriores sobre España.