El santoral, también conocido como calendario litúrgico, es un libro religioso que contiene la lista de los santos reconocidos por la Iglesia Católica y que se celebra cada día del año. Más allá de una simple lista de nombres, el santoral representa un viaje fascinante a través de la fe, la historia y la cultura cristiana.
La Iglesia Católica celebra el día de San Esteban, reconocido como el primer mártir del cristianismo. San Esteban fue uno de los siete diáconos elegidos por los apóstoles para asistir a la comunidad cristiana primitiva en Jerusalén, especialmente en la distribución de alimentos y ayuda a los más necesitados. Su vida, servicio y martirio lo han convertido en un símbolo de fe, valentía y devoción cristiana.
San Esteban es venerado no solo por su sacrificio, sino también por los milagros atribuidos a su intercesión. Su figura es un recordatorio del poder de la fe y la importancia de defender la verdad con valentía y compasión.
Según la narración bíblica, San Esteban fue elegido como diácono por su gran fe, sabiduría y capacidad para realizar milagros. Era una figura destacada en la comunidad cristiana primitiva debido a su dedicación al servicio y su elocuencia al predicar el evangelio. A pesar de su labor pacífica, su predicación atrajo la oposición de algunos líderes judíos, quienes lo acusaron de blasfemia contra Moisés y contra Dios.
San Esteban también es recordado como un ejemplo de perdón. Durante su martirio, antes de expirar, pidió a Dios que perdonara a sus verdugos, demostrando una actitud de amor y misericordia que ha inspirado a generaciones de cristianos. A través de los siglos, muchas iglesias, capillas y comunidades cristianas han sido dedicadas a su nombre, perpetuando su legado y su ejemplo de entrega total al evangelio.
La historia de San Esteban está registrada en el Nuevo Testamento de la Biblia, específicamente en el Libro de los Hechos (Hechos de los Apóstoles). Esteban fue arrestado y llevado ante el Sanedrín, el tribunal judío de la época, donde pronunció un discurso valiente y apasionado. En él, repasó la historia del pueblo judío y acusó a sus oyentes de resistir al Espíritu Santo, de perseguir a los profetas y de traicionar y asesinar al Mesías prometido.
El discurso de San Esteban enfureció a sus oyentes, quienes, enardecidos, lo llevaron fuera de la ciudad y lo apedrearon hasta la muerte. Este trágico evento lo convirtió en el primer mártir cristiano, conocido como protomártir.